WASHINGTON (Efe) Tras reiterar que no “abrirá la puerta” a la clonación de
seres humanos, por considerarla “peligrosa y profundamente errónea y sin lugar
en nuestra sociedad o en cualquiera otra”, el presidente de Estados Unidos,
Barack Obama, levantó la prohibición de usar recursos federales para financiar
la investigación con células madre procedentes de embriones humanos.
La noticia fue recibida con júbilo por grupos de investigadores de ese país,
que durante ocho años y medio vieron seriamente limitado su trabajo en este
campo, a raíz de las restricciones impuestas por el hoy ex presidente George W.
Bush.
Ante la prohibición manifiesta de crear nuevas líneas celulares, durante
este tiempo dichos grupos solo pudieron trabajar con lotes ya existentes de
células madre. De hecho, para poder avanzar, muchos de sus científicos debieron
emigrar hacia otros centros de investigación en Europa o Asia.
‘Los científicos se van’ “Cuando el Gobierno no hace estas inversiones se
pierden las oportunidades, no se exploran caminos prometedores. Algunos de
nuestros mejores científicos se van a otros países que patrocinan su trabajo y
esos países pueden llevarnos la delantera en los avances que transforman
nuestras vidas”, agregó Obama.
El Presidente estadounidense fundó esta decisión –que ya había anunciado en
campaña– en la intención de que se luche, con todos los medios disponibles,
contra enfermedades crónicas y degenerativas para las cuales no hay cura: “Los
científicos creen que estas células pueden tener potencial para ayudarnos a
comprender, y posiblemente a curar, algunas de nuestras más devastadoras
enfermedades”, dijo el mandatario durante la firma de autorización.
La reacción de algunos líderes del Congreso y de grupos conservadores y
antiabortistas que se oponen a la utilización de este material genético, no se
hizo esperar. De acuerdo con líderes de la comunidad científica, el uso de
células madre embrionarias (que tienen el potencial de regenerar tejidos)
podría agilizar tratamientos y hasta curas para enfermedades como el mal de
Parkinson, el Alzheimer, la diabetes, la esclerosis múltiple, las parálisis y
otras lesiones de la médula espinal.
Pero grupos conservadores replican que se debe tomar en cuenta la pregunta
“clave” sobre la moralidad del uso de embriones humanos y que, en definitiva,
su continua destrucción no ha arrojado resultados prometedores después de una
década de investigaciones.
Esas investigaciones “aún no han dado paso a pruebas clínicas ni éxitos en
el mundo real, pero hasta la fecha han causado serios problemas, incluyendo
tumores en pruebas con animales”, dijo en un comunicado el senador republicano
Sam Brownback.
Momento en el que el presidente Obama firma la autorización para que se
luche con todos los medios contra enfermedades crónicas y degenerativas.
Cumple así otra promesa de campaña.
Efe.
GUÍAS PARA ORIENTAR SOBRE EL CÓMO.
Durante la firma que levantó las restricciones presupuestales para este tipo
de investigaciones, el presidente Barack Obama no hizo referencias a
advertencias o requisitos para llevarlas a cabo.
No obstante, en este tema ya están trabajando los Institutos Nacionales de
Salud. Durante los próximos 121 días deberán desarrollar guías que orienten
sobre la forma en que pueden realizarse estos estudios y abordar las dudas
éticas que conlleven.
Adicionalmente, Obama explicó que se ordenó a la Oficina de Ciencia y
Tecnología de la Casa Blanca elaborar una estrategia en aras de la “integridad
científica” en la toma de decisiones del Gobierno, en la cual los asesores
científicos sean elegidos por su historial y experiencia “y no por sus
políticas o ideología”, puntualizó.