La enfermedad celíaca, caracterizada por la inflamación grave y crónica del
intestino delgado y que se desarrolla por exposición al gluten, afecta a aproximadamente
una de cada 133 personas en Estados Unidos, informó la Universidad de Michigan.
El gluten es una proteína que se encuentra en los granos, incluido el trigo,
el centeno y la cebada.
Las personas celíacas padecen una intolerancia permanente a esta sustancia y
cuando entran en contacto con ella sufren reacciones alérgicas que conllevan,
incluso, lesiones graves en el intestino delgado. Su manejo consiste, en
esencia, en controlar los alimentos que la persona enferma consume.
“Hasta hace poco se creía que el mal, que puede conducir a un cáncer,
afectaba a una en 500 ó 1.000 personas dentro de Estados Unidos”, señaló
William D. Chey, director del Laboratorio de Fisiología Gastrointestinal en el
Sistema de Salud de la Universidad de Michigan.
¿Predisposición genética? Los datos de los últimos cinco años, sin embargo,
muestran que la enfermedad es más prevaleciente, y puede identificarse en una
de cada 133 personas en ese país, afirmo Chey, que sin embargo reconoció que el
conocimiento y el diagnóstico apropiado de la enfermedad han mejorado en la
última década.
Los celíacos parecen tener una predisposición genética y la enfermedad puede
permanecer latente o asintomática por un período largo hasta que emerge o se
detecta clínicamente mediante estudios de laboratorio o gracias a los síntomas
(ver ‘Así se identifica’).
Las enfermedades como diabetes mielitus, la tiroiditis autoinmune, la
pérdida prematura de hueso o la anemia con deficiencia de hierro han estado
asociadas todas con la enfermedad celíaca, añadió.
“Si una persona tiene alguna de estas condiciones debería hacerse las
pruebas para la detección de la enfermedad”, aseguró Chey.
La conclusión clave es que que hay exámenes disponibles para el diagnóstico
de la condición y que el tratamiento es muy eficaz”.
William D. Chey, del Sistema de Salud de la U. de Michigan.
- ASÍ SE IDENTIFICA Este mal puede presentarse en una variedad de formas
como valores anormales en los análisis de sangre o una función tiroidea
anormal, mala nutrición, pérdida de peso o una enfermedad que amenaza la vida.
La forma más común en la cual se presenta la enfermedad celíaca es con
síntomas gastrointestinales vagos, tales como la hinchazón, gas excesivo, heces
disgregadas o calambres abdominales.
Los síntomas pueden ser similares a los del síndrome de intestino irritable,
y las nuevas recomendaciones del Colegio de Gastroenterología de Estados Unidos
indican que a todos los pacientes que se les diagnostique ese síndrome deben
hacérseles el examen para la detección de la enfermedad.
William D. Chey, director del Laboratorio de Fisiología Gastrointestinal en
el Sistema de Salud de la Universidad de Michigan, advierte que las personas
que padezcan la enfermedad celíaca de larga data y que no hayan recibido un
tratamiento correcto para controlarla corren un riesgo mayor de desarrollo de
cáncer, principalmente del tracto gastrointestinal, pero también de otros tipos
de cáncer.
El examen se hace mediante un análisis de sangre. Después de que se haya
confirmado la existencia de la enfermedad, el tratamiento consiste en una dieta
restringida que evite el gluten, la proteína que inflama el intestino delgado y
lleva a problemas más graves.
“La conclusión clave es que la enfermedad celíaca es más frecuente de lo que
se pensaba, que hay exámenes disponibles para el diagnóstico de la condición y
que el tratamiento es muy eficaz y consiste más en una dieta que en
medicamentos”, indicó Chey.
1 de cada 133 estadounidenses sufre de la enfermedad celíaca. Hasta hace
poco, se pensaba que esa cifra era de 1 entre cada 500 ó 1.000 personas en
Estados Unidos, según las autoridades sanitarias de ese país