Lo que fuera un privilegio exclusivo de médicos y científicos en los
anfiteatros, ahora es una realidad a la que puede acercarse usted mismo para
aprender con cuerpos reales cómo funciona internamente nuestro organismos.
De eso se trata la exhibición ‘Bodies: real + fascinante’ que llega a
Colombia y comienza hoy en el Pabellón Rojo del Palacio de Exposiciones.
En un recorrido por ocho salas, donde se disponen 13 cuerpos de rasgos
chinos y más de 200 órganos auténticos, esta exposición original es como un
viaje a huesos, músculos nervios, estómagos, y hasta 161 mil kilómetros de
vasos sanguíneos perfectamente representados para comprender la máquina más
perfecta del mundo que funciona en cada ser humano.
Por ejemplo, en la muestra se dará cuenta que mientras usted lee este
artículo la médula espinal transmite del cerebro al cuerpo millones de impulsos
nerviosos a velocidades que superan los 434 kilómetros por hora.
O también que unos pulmones sanos contienen más de 300 millones de alvéolos,
suficientes para cubir la mitad de una cancha de
fútbol.
“Se trata de cambiar la visión que cada uno tiene de su cuerpo, al conocer
mejor cada uno de los ocho sistemas del cuerpo y esto lleva a que haya más
cuidado de sí mismo”, comenta el médico internista Alfonso Jauregui,
científico asesor en el área de salud para Maloka.
Los cuerpos que se aprecian en la exhibición fueron sometidos a una técnica llamada
plastinación que permite preservar los tejidos
humanos de forma permanente con la ayuda de caucho de silicona líquida.
La exhibición ha recorrido más de 200 ciudades del mundo y es originaria de
Japón. Llega a a la ciudad por Sístole, Entertainment Marketing Solutions,
Maloka y Premier.
El costo de la boletería para público general es de 20 mil pesos de lunes a
viernes y los fines de semana es de 25 mil pesos. Para estudiantes y tercera
edad el ingreso vale 15 mil pesos. Estará abierta de 8:00 a.m. a 8:00 p.m.
Además de la muestra habrá conferencias y un foro sobre bioética el primero
de diciembre con representantes de la Iglesia Católica, médicos y científicos.
Fotos: D. Bustamante / EL TIEMPO