Las enfermedades que entran por
la boca y terminan afectando otros órganos
Las
personas se alojan, en forma de placa, entre 5 mil y 6 mil bacterias, 80 por
ciento de ellas en la lengua. Tras sembrarse en las encías, afectan la boca y
se diseminan por todo el cuerpo.
Algunas
tienen la capacidad, al acumularse, de causar gingivitis y periodontitis, infecciones que no sólo atacan las encías y
las estructuras de soporte de los dientes, sino que también pueden afectar
otros órganos.
"La
gingivitis (inflamación de las encías) es una enfermedad que puede prevenirse
con medidas sencillas como cepillar los dientes tres veces al día, usar seda
dental -pues limpiar sólo la superficie de los dientes no es suficiente- y
utilizar un antiséptico bucal", explicó José Roberto Cortelli,
odontólogo y periodoncista brasileño, durante el
Seminario Anual de la Sociedad Colombiana de Periodoncia,
celebrado en Cartagena la semana pasada.
Malo
para todo
No
se trata -valga decirlo- de un problema exclusivo de la boca. Estudios
epidemiológicos, llevados a cabo durante la última década, indican que cuando
existe una infección bucal las bacterias pueden circular por todo el cuerpo a
través del torrente sanguíneo.
Estas
pueden alojarse en otros órganos del cuerpo, generando problemas pulmonares,
artritis, neumonía y males cardiovasculares, entre otros, especialmente en
personas que tienen las defensas bajas.
"Cuando
las mujeres embarazadas tienen enfermedades periodontales
pueden ingerir esas bacterias, que van a la placenta, causar complicaciones e
incluso llevar a partos prematuros", dijo Cortelli.
Las
personas que fuman, beben y tienen problemas cardiacos o diabetes son más
susceptibles a desarrollar enfermedades a causa de las infecciones bucales mal
cuidadas.
De
acuerdo con un estudio del Centro Médico de la Universidad de Columbia (Estados
Unidos), al parecer los enfermos periodontales corren
mayor peligro de sufrir arteriosclerosis, un estrechamiento de los vasos
sanguíneos que puede causar desde un accidente cerebrovascular
(trombosis o derrame) hasta un infarto.
Los
investigadores descubrieron que la gente con un mayor nivel de bacterias
específicas que causan las enfermedades periodontales
también sufrían una reducción de la cavidad arterial. Pese a todo, lo dicho Cortelli estima que más del 80 por ciento de la población
sufre, en mayor o menor grado, de gingivitis.
No
obstante, María Fernanda Atuesta, odontóloga de la
Federación Odontológica Colombiana, asegura que las personas sólo buscan ayuda
cuando ya se les están cayendo los dientes, por los daños que sufren las
estructuras de soporte, "lo curioso es que todos estos males pueden
prevenirse, con una buena higiene bucal", dice Atuesta.
Los
problemas de la boca abundan en Colombia
Luego
de que los sistemas de salud de toda Suramérica optaron por agregarles flúor a
la sal de consumo humano y al agua, los índices de caries se redujeron en
varios países, a lo largo de las últimas décadas.
No
disminuyeron, en la misma magnitud, las gingivitis y las periodontitis,
que pasaron a ser el problema de salud oral número uno.
A
esta conclusión llegó el estudio 'Una visión actualizada de la salud bucal en
América del Sur' (publicado en el 2006), en cuya elaboración participaron
expertos de Colombia, Brasil, Argentina, Chile y Venezuela.
El
trabajo consistió en hacer una revisión de 100 artículos y estudios disponibles
en estas naciones sobre salud oral. Los datos disponibles de Colombia muestran
que la mitad de los colombianos de todas las edades tiene enfermedad periodontal, más del 80 por ciento gingivits
y nueve de cada diez mayores de 20 años tienen presencia permanente de placa
bacteriana. Todos estos males pueden prevenirse con un correcto cepillado
(mínimo tres veces al día), y el uso de seda dental y de enjuagues bucales.
También
se recomienda visitar al odontólogo por lo menos cada seis meses, sobre todo
cuando hay síntomas como encías blandas, inflamadas o rojizas, sangrado al
cepillarse o al pasar el hilo dental, encías que se desprenden de los dientes,
dientes flojos o separados, pus entre la encía y el diente, mal aliento y
cambio en la forma en la que los dientes se encajan al morder.
REDACCIÓN
SALUD