Bicicletas para poder asistir a
clase recibieron 46 estudiantes de bajos recursos del Sena Quindío
Foto:
Simón Uribe Escobar
La
dirección general del Sena donó 20 bicicletas, y el programa Bienestar al
Aprendiz del Centro de la Construcción adquirió 26, para que estos estudiantes
puedan continuar con su sueño.
Son
parte de 'Bici-vilizate', que busca reducir la deserción estudiantil, bajando
el costo de sus gastos de movilización.
Jhon
Faber Calderón no es un ciclista profesional, pero cada mañana madruga a
pedalear en busca de una anhelada meta: obtener el título de técnico
profesional en instalación de redes para gas.
Para
montar en su 'caballito de acero' fueron evaluadas sus condiciones físicas,
destreza motriz y experiencia en circulación en carretera, además de sus
capacidades académicas y disciplina.
Olga Lucía Quintero Ocampo, directora encargada del Sena en el Quindío, precisó
que la regional cuenta con 1.500 aprendices y que han detectado una deserción
del 16 por ciento, la mayor parte en el centro agroindustrial. Un estudio hecho
por la institución reveló que una de las causas más comunes es la falta de
recursos para movilizarse.
"Pudimos evidenciar que el problema es netamente económico, pues hay
familias donde están estudiando hasta cinco jóvenes, y algunos tienen que pagar
cuatro pasajes por día", dijo Quintero.
A la convocatoria respondieron 70 personas, a quienes les hicieron visitas
domiciliarias y entrevistas a sus familias. El proceso permitió detectar a 50
aprendices que requieren este tipo de apoyo.
El programa comenzó este semestre, pero Quintero manifestó que el próximo
trimestre esperan extender el beneficio a todos los estudiantes a los que les
comprobaron que tenían la necesidad.
Les renuevan préstamo
Las bicicletas están marcadas con el logotipo de la institución y los jóvenes
deben portar el respectivo equipo de seguridad, además de un carné que los
autoriza a usarlas.
Los muchachos reconocen que la primera semana fue difícil, pero la alegría que
les produce contar con su nuevo medio de transporte hizo que se adaptaran
fácilmente.
De los beneficiados, 32 son aprendices del Centro de Desarrollo Tecnológico y
de la Construcción.
"Al principio resulta un poco complicado acostumbrarse a pedalear. Vivo en
el barrio La Patria, en el sur de Armenia, y recorro una hora de camino. Para
venir en bus debo pagar dos pasajes", dijo Jhon Faber Calderón, y agregó
que este medio es una gran oportunidad para hacer deporte y colaborar con el
medio ambiente.
Otro estudiante, Juan Esteban Álvarez, quien vive en el vecino municipio de
Calarcá, afirma que el ahorro es grande.
"Algunos vivimos muy lejos y debemos pagar varios pasajes para venir a
estudiar, y en ocasiones en la casa no nos pueden dar", dice.
Del programa se benefician dos mujeres. Una de ellas, Sury León, habitante del
barrio Zuldemayda, en el sur de la ciudad, cuenta que antes de tener la
bicicleta debía caminar hasta el barrio Arco Iris, unos 20 minutos para abordar
un bus.
Las bicicletas fueron entregadas mediante la figura de comodato por tres meses.
Cuando se cumple ese periodo, les evalúan el nivel de compromiso,
responsabilidad y pertinencia para determinar si el estudiante sigue con el
aparato o se lo asignan a alguien más. El Sena, donó 20 y el programa Bienestar
al Aprendiz del Centro de la Construcción adquirió 26.
"Es una gran responsabilidad porque no solamente es el compromiso de
cuidar las bicicletas, sino también de usar los dispositivos de seguridad,
debemos tener un cuidado excepcional", manifiesta Álvarez.
Así, cada pedalazo aproxima a estos jóvenes a su título académico.
ARMENIA*
*Reportería de Yuliana Andrea Perdomo