Paciente belga pasó 23 años consciente y médicos creían que estaba en estado vegetativo
Rom Houben
recibe ayuda de un asistente para comunicarse a través de una pantalla
adaptada.
La
increíble historia reabre el debate sobre el cuidado de los enfermos en coma.
Víctima
de un accidente de tránsito en 1983, Rom Houben, que ahora tiene 46 años, fue rápidamente
considerado en estado de coma vegetativo, cuando en realidad estaba paralizado
pero consciente.
Fueron
necesarios exámenes médicos practicados en la Universidad de Lieja (este de
Bélgica) por el equipo del profesor Steven Laureys para descubrir hace tres años, que Houben era consciente de su entorno desde hace años y a
pesar de las apariencias.
El
relato de este descubrimiento fue publicado el lunes por la revista alemana 'Der Spiegel'.
"No
olvidaré nunca el día en que finalmente descubrieron lo que no funcionaba, fue mi
segundo nacimiento", explicó este ex estudiante en ingeniería y aficionado
a los deportes de combate, que desde entonces aprendió a comunicarse mediante
una computadora especialmente adaptada.
Un
estudio del 'Coma Science Group'
del profesor Laureys sobre un centenar de pacientes
"pone en evidencia el hecho de que 40 por ciento de las personas que
se pensaba en estado vegetativo en realidad tienen conciencia de su entorno y
de ellos mismos, en diversos grados", explicó la neuropsicóloga Audrey Vanhaudenhuyse, miembro
del equipo que realizó la investigación.
Este
"estado de consciencia mínima" (MCS,
según las siglas en inglés), diferente del coma, es una noción que sólo es
utilizada desde 2002 por la medicina, según la Universidad de Lieja, uno de los
tres centros de referencia en el mundo junto con Cambridge
y Nueva York.
El
estudio efectuado en Lieja reveló que de 44 pacientes con diagnóstico de estado
vegetativo por los métodos habituales, 18 (es decir el 41 por ciento) estaban
en MCS y de los 41 considerados en estado de conciencia mínima, 4 (10 por
ciento) pudieron recuperarse.
Desde
hace unos años, nuevos exámenes, como los que se efectuaron a Rom Houben en 2006 permiten
reducir los errores de diagnóstico. Pero las técnicas de imagen por resonancia
magnética nuclear (IRM) o por emisión de positones (pet-scan) siguen siendo muy caras y no están al alcance de
todos los hospitales.
Pacientes
llegados de toda Bélgica, como de otros países europeos, llegan así desde hace
unos años hasta la universidad de Lieja, que dispone de los equipos necesarios.
"El
objetivo es tener una vista global del conjunto del funcionamiento del cerebro,
de determinar las regiones que son preservadas y decir si el paciente tiene
posibilidades o no de recuperación" destacó Audrey
Vanhaudenhuyse.
"Se
mide el grado de percepción auditiva haciéndole escuchar un sonido neutro, como
por ejemplo un 'bip', luego pronunciando su nombre.
Si hay una reacción distinta del cerebro, significa que tiene un nivel de
conciencia", precisó la investigadora.
El
estudio de Lieja concluye también que a pesar de los avances en medicina, la
proporción de diagnósticos erróneos no ha disminuido significativamente en los
últimos 15 años, debido a que los exámenes especiales no se han generalizado.
"Cada
paciente debería ser examinado al menos diez veces antes de diagnosticarlo
definitivamente como en estado vegetativo", sostiene el profesor Laureys. Se evitarían así nuevos Rom
Houben.
BRUSELAS
AFP