Conozca algunos de los más
recientes e importantes avances de la medicina actual
El
avance de técnicas, procedimientos y análisis, tanto en diagnósticos como en
tratamientos, es vertiginosa, de la mano de la biología, la genética, la
física, la química y la mecánica.
Hoy
es fácil ver como obsoletos adelantos que hace apenas un lustro se presentaban
como algo sorprendente y revolucionario.
Es
posible recrear patrones orgánicos en laboratorio, ver en imágenes cómo
funciona el cuerpo en tiempo real, incluso en estructuras tan pequeñas como las
células y las moléculas.
Modificar
genes y el núcleo de la célula ya es una realidad cotidiana. El desarrollo de
tejidos, de órganos, e incluso de prótesis, hace ver como prehistóricos los
viejos circuitos integrados y semiconductores que llenaban de asombro a los
fisiólogos hace unas décadas.
Los
resultados están a la vista y han contribuido, de manera significativa, a
prolongar la expectativa de vida, a promover la supervivencia por fuera del
útero a edades inesperadas, a prevenir enfermedades y a tratarlas con facilidad
y a rehabilitar cuando todo falla.
En
un mundo lleno de avances es difícil decir que uno es más importante que otro;
la siguiente es apenas una selección de algunos de los más recientes y
significativos.
En
la era de los bebés medicamento
Javier
Mariscal Puertas vino al mundo en octubre del 2008 en el hospital Virgen del
Rocío de Sevilla (España) para salvar la vida de su hermano Andrés, de 6 años;
este padecía una enfermedad de la sangre conocida como talasemia (anemia severa
que lo mantenía al borde de la muerte).
Este
mal fue transmitido a Andrés por sus papás, para quienes fue claro desde el
principio que la única posibilidad que tenía el niño de sobrevivir era con un
trasplante de médula obtenida de un donante histocompatible
(para que no hubiera rechazo), que probablemente no existía. Mediante una
técnica conocida como diagnóstico genético preimplantación
lograron traer al mundo un hermanito libre de la enfermedad, que además es
compatible con Andrés.
Se
fecundaron varios óvulos de la madre con espermatozoides del padre, pero solo
se implantaron en el útero aquellos libres de la enfermedad, que además eran
compatibles con Andrés. Uno de ellos fue Javier. Al nacer se extrajeron del
cordón umbilical células madre que, al implantarlas en la médula ósea de
Andrés, empezaron a producir glóbulos rojos sanos.
Las
píldoras microscópicas
El
mundo científico ha desarrollado las llamadas píldoras inteligentes, tan
pequeñas que no pueden ser captadas por el ojo humano.
Utilizando
la nanotecnología (control y manipulación de la
materia a una escala menor que un micrómetro, es decir, a nivel de átomos y
moléculas) han sido diseñadas para transportar drogas en compartimientos
diminutos que solo se abren ante la presencia de determinadas sustancias, como
las que caracterizan a una célula enferma. Las universidades de Oxford
(Inglaterra) e Illinois (Estados Unidos) han avanzado tanto en esta tecnología,
que ya están experimentando con 'bioetiquetas' que se
alojan en determinadas moléculas y las marcan, tanto en el cuerpo como en el
laboratorio. Este mecanismo puede utilizarse como elemento diagnóstico para
saber cómo funcionan los órganos o también para liberar drogas en el lugar
adecuado. Ya se ha utilizado, con buenos resultados, para atacar
específicamente las células tumorales.
La nanotecnología ofrece grandes posibilidades en materia
diagnóstica, porque los nanodispositivos pueden
usarse como agentes de contraste en imágenes, en el plano terapéutico para la
intervención directa sobre los tejidos, incorporando genes con factores de
crecimiento para reparar lesiones e incluso para controlar infecciones,
remplazando antibióticos, entre otros usos.
Trasplante
de cara
En
diciembre del 2008 un equipo médico de la Universidad de Cleveland,
en Ohio (Estados Unidos), logró practicar el mayor trasplante de cara
documentado hasta hoy. Trasplantaron el 80 por ciento del rostro de Connie Culp, una mujer de 40 años
cuya cara quedó desfigurada en septiembre del 2004, luego de que su esposo le
disparara con una escopeta tras una discusión.
Con
excepción de los párpados superiores, el mentón y el labio inferior, lo demás
lo había perdido. Después del accidente fue sometida a 30 intervenciones
quirúrgicas con fines reconstructivos, que no tuvieron éxito.
El
procedimiento, que duró 22 horas, recogió veinte años de avances y experiencia
en microcirugía y trasplantes.
Hace
tres semanas Connie y sus médicos presentaron los
resultados en una rueda de prensa. Aunque todavía respira a través de una traqueostomía (tubo que le conecta la tráquea con el
exterior), no puede tomar alimentos sólidos y carece del sentido del olfato, la
evolución de su condición, según los especialistas, es prometedora. Esperan que
pronto pueda recuperar esas funciones e incluso sea capaz de sonreír.
Aunque
el de Connie es el cuarto procedimiento de este tipo
realizado en los últimos años (el primero fue el de la francesa isabel Dinoire en noviembre del
2005), sí es el más extenso.
Neuronas
a partir de la piel
En
marzo de este año, investigadores del Instituto Tecnológico de Massachussets
(Estados Unidos) tomaron células de la piel de cinco pacientes afectados por el
mal de Parkinson y de dos adultos sanos.
A
esas células les añadieron cuatro genes para reprogramarlas y otro para
producir una enzima. Después de un proceso les devolvieron la capacidad de ser pluripotentes, es decir que pueden convertirse en cualquier
célula adulta, incluidas las neuronas, que producen dopamina.
Estos
hallazgos fueron publicados en la revista Cell, en un
artículo cuyos autores aseguran que es posible transformar las células de la
piel de pacientes con Parkinson en las neuronas que ellos requieren para el
manejo de su enfermedad, sin posibilidades de rechazo y sin rastros de virus,
gracias a la técnica que utilizaron. Los ensayos clínicos apenas empiezan.
Este
modelo permite probar que es posible reprogramar células adultas, pero a su vez
eliminar de ellas los factores que condicionan su adultez, de manera absoluta.
Esto
hace posible que sean aplicadas a los pacientes sin riesgo. Esta investigación
mejora otras dos recientes publicadas en la revista Nature,
en las que se reprogramaba mediante un sistema distinto, haciendo que lo
obtenido sea lo más cercano a la realidad de los enfermos. Solo falta controlar
la capacidad para producir tumores que puedan tener estas células.
CARLOS
FRANCISCO FERNÁNDEZ
ASESOR MÉDICO DE EL TIEMPO*
*MD, ESPECIALISTA EN MEDICINA FÍSICA Y REHABILITACIÓN Y NEUROFISIOLOGÍA.