Autopsia de Eluana Englaro certificó que murió de un paro cardiaco causado por la deshidratación

Clic para ampliar

Foto: Fotos: AP

Eluana Englaro antes de quedar en coma vegetativo. Las manifestaciones a favor y en contra de la muerte de esta mujer, que hoy tiene 38 años, se suceden todos los días.

Así lo informó el fiscal general de la Corte de Apelación de Trieste, Beniamino Deidda, tras conocer los resultados del examen.

Eluana murió el lunes pasado, tras 17 años en estado de coma, luego de que le fueron retiradas la alimentación y la hidratación a través de una sonda nasogástrica.

Los médicos de Eluana calculaban que una vez retirada la asistencia, su agonía dudaría entre 12 y 15 días, por lo que su fallecimiento en el cuarto día generó dudas entre los adversarios de la medida.

La autopsia fue coordinada por el médico Carlo Moreschi, designado por la Fiscalía de Udine, y el toxicólogo forense Rino Faldi; la familia Englaro envió representantes para que tomaran parte en el procedimiento.

Una vez conocido el resultado, el abogado de la familia, Giuseppe Campeis, declaró a la prensa que denunciará todas las difamaciones, en respuesta a la publicación de insinuaciones y sospechas de que la muerte de Eluana pudo ser provocada.

El jurista afirmó que algunas denuncias son "calumniosas", entre las cuales puede haber algunas de altas personalidades políticas.

Los familiares de Eluana desistieron de la idea de cremar el cuerpo, que será enterrado en el cementerio de San Daniele (localidad de Paluzza). El permiso correspondiente fue firmado ayer por el fiscal de la ciudad de Udine, Antonio Biancardi.

Desacuerdos entre iglesias

A la polémica ética y política que rodeó la muerte de Eluana, toda vez que el gobierno del primer ministro Silvio Berlusconi se oponía a la decisión del Tribunal Supremo de que fuera desconectada de la ayuda artificial, se sumó ayer una diferencia religiosa.

La Iglesia ortodoxa rusa dijo que "hay casos en los que no está claro si el alma está presente en el cuerpo, después de varios años en los que el cuerpo no da señales de una vida consciente" y en ellos "no es necesario mantener el cuerpo artificialmente".

Vsevolod Tchaplin, uno de los portavoces de la Iglesia ortodoxa, citado por la agencia Interfax, dijo: "La concepción del mundo cristiano siempre enseñó a la gente a no precipitar la muerte, pero tampoco a mantener (...) en vida a una persona que pasa al otro mundo", agregó.

"Esto no tiene nada que ver con una especie de eutanasia", concluyó, recordando que la Iglesia ortodoxa equipara la eutanasia con "el homicidio y el suicidio".

La declaración es completamente opuesta a la posición de la Iglesia Católica, que durante todo el debate se opuso a le interrupción de los mecanismos que mantenían con vida a Eluana.

De hecho, el papa Benedicto XVI dijo ayer mismo que la vida del ser humano "no es un bien disponible" y hay que custodiarla desde el momento de la concepción hasta la muerte.

Por otra parte, el anestesista que puso en práctica el protocolo médico para interrumpir la alimentación de Eluana, Amato De Monte, ha recibido alrededor de 500 denuncias por este caso, según informó la agencia italiana Agi.

"El profesor De Monte está profundamente afectado por los ataques que ha recibido. Sin embargo, prefiere por el momento no hablar y esperar a que comiencen algunas de las iniciativas presentadas", dijo Carlo Alberto Defanti, neurólogo de Eluana.

Finalmente, el padre de Terri Schiavo, la estadounidense que falleció en marzo de 2005 después de que la justicia de su país autorizó la desconexión de la sonda que la mantenía con vida, asegura que el debate sobre la eutanasia no termina con las muertes de su hija y de la italiana.

"Una cosa que sabemos es que el asunto no muere con Terri o Eluana porque hay decenas de miles de personas que viven con el mismo tipo de enfermedad", dice Robert Schindler en una carta a Giuseppe Englaro, padre de Eluana, publicada por el diario digital Ilsussidiario.net.

Las vidas de esas personas enfermas "son extremadamente vulnerables para el creciente prejuicio sobre quien sufre una enfermedad cognitiva" que se produce actualmente, añade.

ROMA y MOSCÚ (AFP Efe)