Ciencia
Un caleño revela los secretos del autismo

Redacción de El País

Investigador. Richard Dolmetsch viaja a Cali cada año a visitar a sus familiares, quienes aún permanecen en esta ciudad. “He visto por dentro el cerebro humano, pero no hay nada como ver mi Cali”, dice.
Especial para El País

El científico Richard Dolmetsch fue galardonado en EE.UU. por sus investigaciones.

A pesar de que Richard Dolmetsch Cuevas es un racional científico, admite que parte de su éxito se debe a la buena suerte.

Dice eso porque cuando terminó sus estudios secundarios en el Colegio Bolívar estuvo a punto de entrar a la Universidad del Valle, aquí en Cali. Pero al final viajó a Brown, en Estados Unidos.

“Casi me pierdo de conocer a quienes me ayudaron a alcanzar mi mayor logro: conocer los secretos del cerebro humano”, cuenta entre risas.

Pero, no todo fue buena suerte, el médico caleño también tuvo que sudar la gota gorda en su laboratorio de la Universidad de Stanford (San Francisco, EE.UU.) para lograr su objetivo: conocer las causas físicas del autismo en los niños.

Pero esa combinación de suerte y dedicación ya dio sus frutos. Hace pocas semanas el científico recibió de parte de la Sociedad Internacional de Neurociencias, que acoge a más de 60.000 investigadores del cerebro en el mundo, el premio anual al Mejor Investigador Joven, galardón que han recibido algunos premios Nobel.

Esto, gracias a su labor que consiste en saber cómo se desarrolla el cerebro de los bebés y los niños y determinar cómo el medio o entorno, el sistema auditivo y visual, afectan el desarrollo cerebral.

La pregunta que le obsesiona responder a Dolmetsch desde hace casi 20 años es qué es lo que falla en el desarrollo cerebral de los pacientes que padecen autismo.

Parte de su trabajo consiste en estudiar las células del cerebro, pero el difícil acceso a las mismas fue uno de sus principales obstáculos.

“Lo que hemos podido lograr es crear, a partir de genes de la piel, células madre. Esas se pueden manipular y así hemos superado cien años de atraso en esta materia”, explica Dolmetsch.

La ciencia del destino

La historia de Richard Dolmetsch es la misma de las casualidades. Después de terminar sus estudios de pregrado, obtuvo un puesto en un laboratorio físico.

El director del centro científico resultó ser un estudioso del cerebro humano, tema que pronto Richard apropió como suyo.

“Digamos que estaba destinado a suceder. Esa fue una de mis escuelas más importantes”, recuerda.

Después de su paso por el laboratorio, el científico se mudó a California y pronto se vinculó a la Universidad de Harvard.

Sin embargo, su visa de estudiante se venció pocos meses después, dejándolo al borde de dejar a medias sus investigaciones.

Cuenta que escribió una carta a casa de un congresista del estado norteamericano, pidiendo que lo ayudaran a permanecer en ese país.

“Fue como ganarme la lotería. Digamos que tuve la fortuna de tener buenas ideas mezcladas con buena suerte. Pero, hay que ser persistente, de lo contrario me hubiese funcionado”, asegura.

Hoy en día Dolmetsch es el líder de diez investigadores, la mayoría doctorados, de Corea, Japón y otros países. En su equipo de trabajo hay otra colombiana llamada Natalia Gómez.

¿Qué es el autismo?

El autismo es un desorden del desarrollo del cerebro que comienza en los niños antes de los tres años de edad y que deteriora su comunicación e interacción social, causando un comportamiento restringido y repetitivo.

Algunos expertos lo clasifican como un desorden en el aparato psíquico.

Sin embargo, para Richard Dolmetsch, el problema es causado por un desorden en el desarrollo neurológico.

“Lo que sucede en el cerebro –explica– depende de la información eléctrica que se transmite de una parte a otra parte. “Queremos saber cómo es que esa actividad afecta el desarrollo del cerebro en bebés”.

El laboratorio que dirige Dolmetsch ha sido pionero en entender que pacientes de autismo tienen problemas en ese sistema eléctrico y cómo es que esas señales se generan y se dañan en esos pacientes.

Las personas con autismo clásico muestran distintos tipos de síntomas: interacción social limitada, problemas con la comunicación.

Richard Dolmetsch Cuevas

Edad: 37 años

Estado civil: casado con mexicana, y padre de dos niños, de 3 y 5 años.

Estudios: médico de Brown University, PH.D. de Stanford University y postdoctorado de Harvard University.

Cargo: profesor de la Escuela de medicina Stanford University hace cuatro años.

Aficiones: correr maratones y triathlones.