Un Armazón Para Estar Otra Vez De Pie


Una estructura parecida al HAL, el traje robot de los japoneses, es diseñada hoy en la Universidad del Valle. La diferencia está en que el exoesqueleto, como se le llama, no es hecho para personas con movimiento, sino para pacientes que padecen de hemiplejía y paraplejia.

Desde hace un año, los profesores Esteban Emilio Rosero y José Miguel Ramírez, del Grupo de Investigación en Control Industrial, perfeccionan este armazón que le permitirá a quien tenga lesionada su columna ponerse de pie, mantener el equilibrio, y hasta dar unos pasos.

Tiene dos motores a la altura de la cadera y dos a la altura de las rodillas, que se encargan del movimiento de las articulaciones. Son livianos e importados de Alemania.

En otras partes del mundo experimentan con hidráulicos. “Buscamos dejar el exoesqueleto lo más liviano posible”, dice el profesor Rosero, ingeniero mecánico. La idea es que no pase de 20 kilos.

Los exoesqueletos trabajados en Estados Unidos y Japón tienen como fin ampliar la potencia del hombre para soportar mucho peso.

Una enfermera, por ejemplo, puede mover a sus pacientes mucho más fácil de la camilla a la cama. También funciona para los militares, que pueden correr mejor sin importar el peso que lleven en la espalda.

Pero el prototipo que se trabaja en el Valle está pensado para personas que no emiten ni reciben ninguna señal de sus miembros. “El problema es más complicado porque sin señales no hay forma de saber cómo es la marcha normal de la persona”, dice el profesor Ramírez.

Hay esperanza en este nuevo trabajo, pues, según el Banco Interamericano de Desarollo, el 6,3 por ciento de la población de Colombia tiene alguna discapacidad. Es el segundo país de Latinoamérica, después de Brasil.

Subir y bajar escaleras, la meta Conseguir la tecnología apropiada ha sido una de las mayores dificultades.

Se necesitan motores y baterías potentes, pero que no pesen para que la persona pueda moverse. El proyecto va por partes y la más avanzada es la que tiene que ver con la rehabilitación de las rodillas. En tres semanas se hará el primer prototipo del armazón. Se estima que en un año esté listo.

El objetivo, en dos años, es lograr que el exoesqueleto le permita a la persona estar erguida y mantener el equilibrio. El siguiente paso es lograr que le permita subir y bajar escaleras