La Consejería genética es un análisis necesario para las parejas que desean concebir

El examen ayuda a prevenir al aborto y promueve la estabilidad física que se necesita para tener un bebé.

Un 20 por ciento de las parejas se enfrentan a problemas de infertilidad o anormalidad genética cuando deciden traer a un bebé al mundo.

Por eso, es importante que asistan a una consejería reproductiva y genética “que les permita conocer, prevenir y promover la estabilidad física necesaria para buscar el embarazo”, dice la genetista Clara Inés Esteban, quien adelanta un doctorado en reproducción y genética humana en la Universidad Estatal de Misisipi (Estados Unidos).

La Consejería genética –afirma– es un análisis completo de la pareja en los niveles reproductivo, clínico y genético antes del embarazo.

“Estos análisis a tiempo evitan, por ejemplo, que la pareja se exponga a un aborto espontáneo o al nacimiento de un bebé con alguna anormalidad física o genética”, agrega la doctora Esteban.

La consejería genética contempla una evaluación de la historia familiar de la pareja, elaboración del árbol genealógico de la familia de cada uno y análisis genéticos. De igual forma, se tiene en cuenta el Rh de los padres y se indaga si hubo un aborto previo de la mujer o de algún familiar.

Los especialistas, además, evalúan la deficiencia espermática del hombre, desequilibrios hormonales y anormalidades fisiológicas de ambos.