En el 2008, 146 mujeres murieron en Bogotá debido a abortos ilegales
incompletos o mal inducidos. Se practicaron en sitios clandestinos o por
instituciones y personas no autorizadas para efectuar tales procedimientos.
El secretario de Salud, Héctor Zambrano, aseguró que ese número de mujeres
fue atendido por los hospitales públicos, a donde llegaron las gestantes con
hemorragias e infecciones causadas por los procedimientos irregulares usados
para interrumpir los embarazos, y que luego provocaron los decesos.
“En algunos casos fueron mujeres que tomaron medicamentos abortivos. A
algunas les alcanzaron a salvar la vida, a otras no”, dijo.
El pronunciamiento del Secretario de Salud fue hecho a propósito de un
debate sobre el tema en el Concejo, y tras la denuncia del concejal cristiano
Gustavo Páez, en el sentido de que en la capital ya se practican abortos a
domicilio, por los que cobran entre 80 mil y 250 mil pesos.
En el país se estima que se efectúan alrededor de 400 mil abortos ilegales,
de los cuales 30 mil se practican en Bogotá.
Sin embargo, el año pasado la Secretaría de Salud solo selló dos centros
–uno ubicado en Teusaquillo y otro en Galerías–, y abrió investigación a otros
nueve, por efectuar abortos sin cumplir los requisitos de ley.
Hoy, el Código Penal fija una pena de prisión de 16 a 54 meses para quien
practica el aborto ilegal como para la mujer que lo consiente.
La interrupción voluntaria del embarazo solo está aceptada en Colombia en
tres casos: por violación, cuando esté en peligro la vida o la salud de la
madre y por grave malformación congénita