La Vitamina D es clave contra
infecciones
Son
suficientes 10 minutos diarios de exposición al sol para lograr la dosis
necesaria de vitamina D que todos requerimos.
Así
lo afirma un reciente estudio publicado en la revista Nature
Inmunology.
La
vitamina D es absolutamente imprescindible para activar el sistema
inmunológico, pues sin ella las células T, encargadas de erradicar los virus o
bacterias, no logran reaccionar ante una infección grave.
En
el escrito, el profesor de inmunología y microbiología de la Universidad de
Copenhague Carsten Geisler
explica por qué esa vitamina es esencial.
Geisler señaló que cuando las
células T, un tipo de glóbulos blancos que detectan y matan grupos de bacterias
o virus, están expuestas a un patógeno externo, emiten un receptor o antena que
busca la vitamina D."Si las células T no encuentran suficiente vitamina D
en la sangre, ni siquiera empezarán a movilizarse", dijo.
Según
explicó el investigador, aunque serán necesarios más estudios al respecto, los
resultados indican que "un incremento en el consumo de vitamina D
reduciría el riesgo de contraer infecciones, enfermedades autoinmunes
como la esclerosis múltiple o la diabetes, algunos tipos de cáncer y la
osteoporosis".
El
90 por ciento de la vitamina D se produce en la piel mediante la exposición al
sol (y se cree que estar tan sólo diez minutos diarios bajo al sol es
suficiente para evitar deficiencias), por lo que "si estamos lejos del sol
puede haber una carencia de vitamina D en nuestra sangre", aseguró.
Hay
que buscarla
El
científico recomienda que en estos casos se tomen suplementos de esta vitamina,
o bien en forma de pastillas o comiendo pescados grasos.
Entre
los alimentos ricos en vitamina D se encuentran el salmón, la caballa, el
arenque, los huevos y el aceite de hígado de pescado.
Todos ellos deben hacer parte de la dieta regular de cualquier persona, para
contar con los beneficios de esta vitamina.
"En
muchas grandes ciudades en los inicios de la industrialización la contaminación
del aire redujo la luz solar y gran parte de la población desarrolló carencias
de vitamina D que provocaron raquitismo e infecciones", afirmó.
Los
científicos ya sabían que la vitamina D era importante para luchar contra las
infecciones, pero hasta ahora no habían reparado en que las células T ni
siquiera se movilizan ante los microorganismos peligrosos si no disponen de una
dosis suficiente de vitamina D en la sangre.
Efe