Editorial: El valor del agua
El
valor de nuestros recursos hídricos cada día es mayor.
El
Día Mundial del Agua, celebrado desde el 22 de marzo de 1993 por disposición de
la Organización
de las Naciones Unidas, tiene como finalidad incentivar la defensa de un manejo
sostenible de los recursos hídricos y de enfocar la atención internacional
sobre la importancia del líquido. Se trata de una celebración para recordar que
el acceso al agua es un requisito básico para garantizar el bienestar del ser
humano, a pesar de que cerca de 884 millones de personas en el mundo no tienen
acceso al agua potable.
El
tema que este año ha establecido la
ONU es "Agua para las ciudades: respondiendo al desafío
urbano", con el que se busca resaltar los retos que tienen las urbes para
garantizar este derecho a sus ciudadanos. Según datos de ONU-Agua, el 96 por
ciento de personas que habitan en ciudades alrededor del mundo disfruta de este
beneficio. Las cifras para Colombia en este aspecto son bastante alentadoras si
se tiene en cuenta que la proporción de la población que usa fuentes de agua
potable en áreas urbanas es del 99 por ciento. De lograrse los Objetivos del
Desarrollo del Milenio, en el cual se quiere reducir a la mitad el número de
individuos sin acceso al agua, para el 2015 la totalidad de las personas en las
ciudades gozaría de este derecho.
Al
dirigir la atención a las zonas rurales, el panorama, sin embargo, deja de ser
tan promisorio: el 27 por ciento de la población campesina no tiene acceso a
agua potable. A pesar de la evidente desigualdad, el Gobierno Nacional, en conjunto
con los gobiernos seccionales, tiene la tarea de desarrollar los Planes
Departamentales para el Manejo Empresarial de los Servicios de Agua y
Saneamiento con los que se busca ampliar la cobertura en acueducto y
alcantarillado de diferentes municipios. La ejecución de estos proyectos
disminuiría de forma tajante la desigualdad que hay entre las zonas rurales y
urbanas en la accesibilidad al agua potable en Colombia.
Que
la celebración del Día Mundial del cada vez más escaso líquido sirva para tener
presente que el acceso a él es un derecho fundamental -como lo declaró la ONU el año pasado-, del que
toda la población debería gozar. Y que sirva para recordar que el valor de
nuestros recursos hídricos cada día es mayor. Como ha mostrado el caso del
páramo de Santurbán, el agua vale, incluso, más que
el oro.
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