Presentan primera vacuna contra
el sida; tiene una efectividad del 31,2 por ciento
Esta
imagen del Instituo Pasteur
tomada por un microscopio muestra el VIH atacando un linfocito.
La
OMS y el Programa de la ONU contra el Sida (Onusida)
reaccionaron con "optimismo" al anuncio.
Sin
embargo, pidideron prudencia y advirtieron que
no deben reducirse las medidas de prevención.
El
descubrimiento, primer avance después de 20 años de infructuosas
investigaciones, lo hizo un grupo de científicos de Estados Unidos y
Tailandia. Las pruebas hasta alcanzar ese resultado, que significa un nuevo
avance en la lucha contra el virus y confiere a la comunidad científica
esperanzas de encontrar una vacuna eficaz del todo, se efectuaron en Tailandia
con más de 16.402 voluntarios.
"Estos
resultados indican que la consecución de una vacuna para frenar el sida de
forma eficaz y segura es posible", destacó el coronel Nelson Michael,
director del Programa de Investigación del Sida del Ejército de Estados Unidos.
"Mientras que estos resultados son muy esperanzadores, hacen falta más
estudios", añadió sin embargo el científico castrense.
El
equipo médico señaló que, antes de comenzar a utilizar de forma universal la
vacuna, es necesario identificar los mecanismos de protección y analizar todos
los datos para conseguir aumentar su eficacia.
El
doctor Anthony Fauci, que con otros miembros del
equipo supervisó los ensayos, dijo que no había que echar las campanas al
vuelo, pero "no existe ninguna duda de que es un resultado muy
importante", después de dos décadas sin avances en ese sentido. A su
juicio, normalmente los científicos consideran factible una vacuna cuando su
nivel de efectividad supera el 70 por ciento, pero precisó que en el caso del
sida cualquier protección es ya un notable avance.
Al
comienzo, el proyecto recibió muchas críticas porque fue considerado poco ético
y otra forma de desperdiciar el dinero, ya que hasta entonces se habían
sucedido los fracasos con otras vacunas contra el sida.
"Yo
mismo, como otros, no pensé que la vacuna tuviera muchas posibilidades de que
resultara eficaz, pero seguimos adelante, lo cual causó controversia",
confesó Fauci.
Es
estudio, considerado el más ambiciosa realizado hasta el momento acerca
del virus, fue llevado a cabo por el Ejército de Estados Unidos, el
Instituto Estadounidense de Alergias y Enfermedades Infecciosas, y el
Ministerio de Sanidad de Tailandia. En este trabajo científico también han
colaborado el Instituto Fauci, el laboratorio Sanofi-Pasteur y la organización
no gubernamental Global Solutions for
Infectious Diseases.
La
vacuna, que comenzó a probarse en 2006, es conocida como RV144 y mezcla dos
fórmulas genéticas contra el sida que no habían funcionado antes con humanos: Alvac, del laboratorio Sanofi-Pasteur, y Aidsvax, creada por VaxGen y actualmente propiedad de Global Solutions for Infectious
Diseases.
La
mitad de los voluntarios, hombres y mujeres de entre 18 y 30 años, fueron
inoculados con la vacuna y la otra mitad con un placebo.
Los
ensayos demostraron que 74 personas tratadas con placebo se contagiaron de
sida, frente a 51 del grupo de las tratadas con RV144, una diferencia pequeña,
aunque muy significativa en cuanto a la estadística se refiere.
El
placebo es una sustancia inocua que carece de valor terapéutico directo, pero
se administra a los enfermos para medir su efecto sugestivo en comparación con
la vacuna.
Un
informe más detallado de las pruebas se presentará en la Conferencia de Vacunas
del Sida que se celebrará en París del 19 al 22 de octubre.
En
Tailandia, 600.000 personas están infectadas de VIH y alrededor de 400.000 han
muerto de enfermedades relacionadas con el sida desde que se identificó el
virus hace más de dos décadas.
Las
autoridades tailandesas han llevado a cabo numerosos proyectos contra el sida
con buenos resultados, como campañas de concienciación, reparto de
preservativos gratuitos en burdeles o la venta de antirretrovirales
subvencionados por el Estado.
La
OMS y Onusida calificaron de "gran importancia"
el resultado, aunque también pidieron prudencia. "Tenemos delante
una gran tarea para que los organismos internacionales analicen los datos del
estudio, entender los mecanismos de proyección, su duración y planificar el
próximo paso", indicaron las agencias en un comunicado.
La
ONU dijo que, en caso de que se consiga una vacuna efectiva contra el sida,
"necesitamos que sea universalmente accesible para todas las personas en
riesgo".
92
por ciento de los pacientes en América Latina no tienen tratamiento
El
Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (sida) afecta a 33 millones de personas
en el mundo, según datos de 2007 publicados por Onusida.
Unos 33 millones de personas están infectadas con el virus en el mundo, y 21
millones de ellas han muerto por esta causa, según Onusida.
El
último intento de fabricar una vacuna fue interrumpido a finales de 2007 por el
laboratorio estadounidense Merck después de obtener
resultados decepcionantes tras ser probada en 3.000 voluntarios.
Hasta
ahora no se ha encontrado un medicamento que cure definitivamente el sida, ni
una vacuna que lo evite, aunque se ha demostrado la utilidad de la prevención y
de tratamientos antirretrovirales que mejoran la
salud de los afectados.
Pero
el costo por persona de la terapia que se usa en los países occidentales
para tratar a los enfermos supera los 10.000 dólares anuales, un costo
inaccesible para el 95 por ciento de los afectados en los países
subdesarrollados.
El
Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) causante del sida sobrevive con
dificultad fuera del cuerpo humano y únicamente se transmite cuando sangre
contaminada, semen y otras secreciones sexuales de una persona infectada entran
en contacto con la sangre o mucosas de otra persona sana.
De
ahí la importancia de medidas de prevención como evitar las relaciones sexuales
no protegidas, agujas contaminadas con sangre infectada con VIH o el uso
compartido de jeringas.
El
primer caso se detectó en 1978 a un joven homosexual residente en San Francisco
(Estados Unidos), aunque en aquella ocasión el diagnóstico fue el de Sarcoma de
Kaposi, (SK) o cáncer de piel.
La
llamada epidemia del siglo XX consiste en el deterioro del sistema inmunológico
que lleva a la pérdida progresiva de la función de ciertas células del sistema
inmune denominadas linfocitos CD4, lo que hace vulnerable el organismo a
diversas bacterias externas que en condiciones normales son inocuas.
Desde
los primeros brotes hasta ahora, la progresión de la enfermedad ha tenido tres
focos principales: África, Estados Unidos y Europa Occidental, extendiéndose en
los últimos años a Asia, especialmente a India y a China.
El
sida es la primera causa de defunción en África, donde 22 millones de personas
viven con el VIH, lo que supone el 67 por ciento de los contagiados en el
mundo.
Es
el continente con mayor número de infectados y con más nuevos casos de
contagio. En América Latina, el número de afectados se elevaba en 2007 a 1,7
millones de personas, con 140.000 nuevos casos en un año.
El
uso de tratamientos (antirretrovirales) ha
incrementado la supervivencia de los afectados y según un estudio reciente la
progresión de la enfermedad en personas infectadas se reduce un 28 por ciento
si se trata a los pacientes que aún no han presentado síntomas.
El
primer tratamiento contra el sida, el uso de la azidotimidina
(AZT), se autorizó en EU en 1987 y en 1996, en la XI Conferencia Internacional
del sida (Vancouver, Canadá) se acordó la utilización de tres fármacos
combinados, dos inhibidores de la transcriptasa
inversa, como el AZT o el 3TC y uno de la proteasa.
Las
prácticas clínicas han demostrado que el tratamiento combinado de estos antirretovirales frena la progresión de la enfermedad y
reduce los niveles del virus en sangre. Sin embargo, en ocasiones su suministro
provoca importantes efectos secundarios, y por otra parte, los elevados precios
limitan su eficacia a los países ricos.
En
África sólo uno de cada mil enfermos se trata con fármacos y en América Latina
un 92 por ciento de los afectados no recibe tratamiento con antirretrovirales.
Bangkok
(Tailandia)
Con EFE