Una mirada a la capacidad física
y técnica de Usaín Bolt, el
atleta que maravilla al mundo
Con
un tiempo récord de 19.19 segundos, Usain Bolt ganó los 200 metros en el Campeonato Mundial de
Atletismo, en Berlín (Alemania).
Los
resultados de este jamaiquino que ha batido las dos principales marcas de la
velocidad humana son fruto de una mezcla entre una genética excepcional y un
entrenamiento riguroso.
Vea
el archivo 'Qué hace a Usaín Bolt
tan veloz' para ver cómo funciona el cuerpo de este deportista.
Movimiento
de los brazos
Si
bien tiende a creerse lo contrario, este factor parece no ser determinante en
el caso de Bolt. Para la muestra está que sin
entrenamiento cualquier persona es capaz de mover los brazos, en promedio,
cinco veces por segundo, lo mismo que el jamaiquino, pero sin correr a la
misma velocidad.
Fibras
musculares
Para
las carreras de velocidad se necesita que las fibras musculares tengan la
capacidad de responder con rapidez, en condiciones anaeróbicas (es decir, sin
oxígeno por cortos periodos de tiempo). Algunos se refieren a estas fibras como
blancas que, a diferencia de las rojas, son un poco más rápidas.
La
proporción entre unas y otras define las características de respuesta de cada
individuo; al parecer Bolt tiene mayor concentración
de estas fibras explosivas (blancas) y mixtas, en relación con las rojas, que
son más lentas. La genética determina esta condición, que se desarrolla
con entrenamiento.
Articulación
de la cadera
Cuando
uno de sus pies toca el piso, Bolt no deja que su
cadera se extienda demasiado antes de volver a despegar, pues de lo contrario
perdería fuerza; esto le exige, mientras su cuerpo avanza, mantener un mínimo
tiempo de contacto con el suelo. Eso es lo que le permite ganar milésimas de
segundo claves en cada paso.
Músculos
La
contextura de atletas como Bolt es similar a la de
los fisiculturistas. Aunque se pensaba que los más
delgados eran más ágiles, lo cierto es que los músculos permiten a los
velocistas tener más fuerza y potencia. Bolt acompaña
su entrenamiento con sesiones de pesas y masajes para mantener relajada la masa
muscular.
Amplitud
del paso
Bolt alcanza una velocidad
promedio de 44,7 kilómetros por hora; la amplitud de su paso es cercana a
los 2,5 metros, lo que está garantizado por su estatura, que le da mayor
ganancia hacia arriba y hacia delante.
Frecuencia
del paso
En
promedio Bolt dio 4,2 pasos por segundo,
durante la última carrera en la que batió de nuevo el récord de los 100 metros.
Metabolismo
El glucógeno
muscular es el componente energético más importante en velocistas como Bolt, porque trabaja en condiciones anaeróbicas. El atleta
debe reponerlo rápidamente consumiendo carbohidratos.
Rodilla
La
fuerza estática de la rodilla es necesaria para un apoyo apropiado; se sabe que
mientras más pequeño sea el ángulo de esta articulación en la fase de despegue,
hay mayor fuerza.
En Bolt eso es muy efectivo, tanto que se puede observar que
cuando avanza hacia delante, el tobillo de la pierna que está en el aire
siempre está por encima de la rodilla de la pierna opuesta. Con esto logra una
relación perfecta entre extensión de los músculos y fuerza.
Estatura
Se
creía que los más altos tenían un paso más largo, por lo que eran más lentos.
La zancada de Bolt es más larga, gracias a sus 1,95
metros, pero su cadencia es similar a la del resto de los atletas.
Centro
de gravedad
En
cada paso Bolt apoya sus pies justo debajo de su
centro de gravedad, lo que pareciera hacerlo perder el equilibrio hacia
delante. Cuando eso ocurre su cerebro busca la forma de compensar rápidamente
(lo lleva a dar el siguiente paso hacia delante con más fuerza y celeridad),
esto redunda en una mayor velocidad.
Velocidad
del pie
Para
poder apoyarlos en el suelo, en medio de la carrera el cuerpo debe frenar un
poco los pies, lo cual hace que su velocidad tienda a estar un poco por debajo
de la velocidad horizontal. Al parecer Bolt logra
reducir esa acción de frenado.
Contacto
con el piso y el tiempo de vuelo
De
acuerdo con principios de la biomecánica, la fuerza que se necesita para
correr es igual a la masa por la velocidad sobre el tiempo de contacto del
atleta con el piso en cada paso.
En
otras palabras, mientras menos dure el contacto del pie con el suelo, el atleta
consigue más fuerza y velocidad. Allí estaría la clave de su ganancia de tiempo.