Jamil Salmi, coordinador
de los programas de Educación Superior del Banco Mundial, vino a Colombia a
presentar su más reciente libro ‘Retos para establecer universidades de rango
mundial’.
Salmi, doctor en economía de la educación –entre
otros títulos– conoce muy bien el sistema de educación superior del país.
Ha asesorado varios proyectos de la Asociación Colombiana de Universidades (Ascún), lo que le permite hablar con propiedad sobre el
tema. Y aunque reconoce que hay universidades colombianas de muy buen nivel,
afirma que hay otras de muy mala calidad. Entrevista.
¿Cuál es la fórmula para que una universidad alcance el rango mundial? No
hay fórmula, pero sí principios básicos: la concentración de talento, es decir,
muy buenos profesores e investigadores, y excelentes estudiantes.
Segundo, buenos recursos para infraestructura y para pagarles a los
profesores lo que se merecen. Y tercero, que se adapten a los cambios.
¿Y eso aplica para públicas y privadas? Claro. En Estados Unidos las mejores
son privadas, pero en Inglaterra y China, las mejores son las públicas. La
excelencia no depende de eso.
Pero se necesitan recursos, y en las universidades públicas el dinero escasea...
Aunque el dinero es fundamental, no es lo más importante para alcanzar la
excelencia. La investigación y la calidad pueden ayudar. El Estado les debe dar
más autonomía a las universidades de carácter público, eso sí, con mecanismos
de rendición de cuentas.
¿Cómo alcanzar ese rango mundial? Con el aprendizaje de idiomas, enviando a
los profesores colombianos a formarse con los mejores del mundo y trayendo a
los mejores profesores del mundo. Hay que incentivar a los investigadores de
punta y a los profesores que ofrecen la mejor pedagogía. Hay que lograr una
mejor vinculación con el mundo productivo y enfocarse en la investigación para
ayudar a resolver los problemas del país.
¿Y para qué sirve? No es entrar en un escalafón y ubicarse en una casilla u
otra. Es desarrollar habilidades que permitan mejorar la calidad académica.
¿Qué piensa de las universidades colombianas? Hay algunas muy buenas, que
están en el mismo nivel de las mejores de la región. Pero también hay muchas
que no son nada buenas, donde nunca pondría a estudiar a mis hijos. Colombia
tiene potencial, pero debe exigirse más.
EN BUSCA DE LA EXCELENCIA Por petición del gobierno de Rusia, Salmi, de nacionalidad Marroquí, viajó a ese país a
transformar a las universidades rusas en instituciones de carácter mundial.
Y en medio de ese trabajo, concluyó que el modelo identificado podría ser
aplicado en otros países, tanto ricos como en vías de desarrollo.
El experto asegura que no hay un plazo exacto para que las universidades
adquieran este nivel, pero aclara que “eso no significa que no tengan que
empezar hoy”. Países como Corea, China e India vienen implementando estrategias
para adquirir ese rango, que en Latinoamérica ya lo tienen algunas
universidades de México, Chile y Argentina.
''La clave está en la concentración de talento, es decir, muy buenos
profesores e investigadores, y excelentes estudiantes”.
Jamil Salmi, doctor en
economía de la educación