Rectores de universidades públicas defienden legalidad de contratos

Edgar Varela Barrios, de la Universidad del Valle, Adolfo Miguel Polo Solano, rector de la Universidad de Cundinamarca y Juan Manuel Quiñonez, Vicerrector de la Universidad del Cauca.

Afirman que convenios interadministrativos con el Estado no son un negocio.

Los rectores de las universidades públicas defendieron la legalidad de los contratos que realizan con entidades del Estado y aseguran que la "satanización" que se ha hecho de los mismos podría poner en riesgo esta fuente importante de financiación.

A raíz del escándalo en que se vio involucrada Red Alma Máter por cuenta de un contrato con la Secretaría de Educación de Bogotá para capacitar a los docentes del Distrito, las instituciones les salieron al paso a las fuertes críticas sobre este tipo de contratación y aseguraron que las universidades ofrecen calidad y capacidad científica y académica al Estado en auditorías, consultorías e interventorías.

"Los convenios interadministrativos de las universidades están satanizados en el sentido de que estamos violando la Ley 80. Es urgente poner sobre el tapete una discusión con los entes de control para que entiendan que tenemos un régimen especial de contratación contemplado por la ley. No buscamos hacer negocio, estamos haciendo algo lícito", dijo el rector de la Universidad de Cundinamarca, Adolfo Miguel Polo.

"Les he planteado a los rectores que no nos escondamos en este debate, pues con esta actividad buscamos recursos y la posibilidad de una práctica académica para los estudiantes", puntualizó.

El vicerrector administrativo de la Universidad del Valle, Édgar Varela, afirmó, por su parte, que le solicitarán a la Contraloría mejorar los modelos de auditoría de estos contratos, de manera
que tenga en cuenta este régimen especial.

"La universidad tiene déficit de recursos y una manera de compensar esta falencia es por medio de ingresos propios que en parte provienen de contratos con el Estado", dijo.

Esta contratación, agregó el vicerrector de la U. del Cauca, Juan Manuel Quiñónez, tiene estatutos incluso más severos que la Ley 80 y en varios casos se recurre a la oferta pública en audiencias internas para seleccionar a las personas de la institución que participarán en el contrato.

"Las licitaciones del Estado muchas veces tienen foto y nombre.
Hay modelos de contratación de la universidad pública más limpios que, incluso, los gremios de la ingeniería han pedido que se adopten públicamente", añadió.

Los rectores enfatizaron en que las universidades no deben ser auditadas como un ministerio o una institución descentralizada, sino sobre la base de su objetivo misional, es decir, la formación, la investigación y la proyección social.

Abuso de autonomía

Crítica a fundaciones de apoyo

Los rectores denunciaron el mal uso que algunas instituciones han hecho de la autonomía al permitir la creación, en forma paralela, de fundaciones de apoyo para tercerizar (subcontratar) ciertos servicios de consultoría o interventoría para fines no misionales y que resultaron, por ejemplo, en obras de infraestructura.

"Contratos deben ir a un debate"

"Nuestro nombre está muy lesionado. En 11 años no nos han declarado un incumplimiento ni nos han impuesto una multa en los contratos que hemos realizado, pero para muchos estamos condenados", dijo Germán Toro Zuluaga, director ejecutivo de Red Alma Máter.

Afirmó que la organización va a continuar, a pesar de lo sucedido con la Secretaría de Educación de Bogotá (que liquidó el contrato para capacitar a docentes del Distrito), y consideró que esta experiencia es una oportunidad para mejorar su oferta de servicios, con mayores estándares de calidad.

Reiteró, además, que los contratos interadministrativos de las universidades públicas son legales y que es necesario un debate nacional sobre los criterios con los cuales debe ejecutarse este tipo de contratación.

REDACCIÓN EDUCACIÓN