Aumentan tutelas para el acceso a
los servicios médicos
Muchas
cirugías necesarias para resolver problemas vitales de salud de los pacientes
se hacen por orden de un juez tras una tutela, pese a que la mayoría de ls veces están incluidas en el POS.
A
sus doce años, Jeferson no recordaba los ruidos del mundo. Su madre Gilda
Acosta le enseñó a comunicarse por señas con los demás porque sus oídos
quedaron atrofiados por una caída de un árbol a los cinco años de edad. Sus
compañeros de escuela le hablaban y él adivinaba lo que le decían leyendo los
labios. A duras penas estudiaba, tal vez el fútbol era el lenguaje que mejor
entendía.
Los
médicos no le daban esperanza, sobre todo porque doña Gilda
no tenía con qué pagar una operación salvadora. Ella, que a duras penas
conseguía para el pasaje del campero que la baja de su casa en Siloé hasta la ciudad donde se rebusca el diario.
Su
hijo crecía sordo a las palabras, al ruido de la ciudad, al grito de los goles
que metía en las canchas de piedra improvisadas en las calles del barrio. En Calisalud -antes de que esta EPS fuera liquidada, alguien
le dijo que había una oportunidad para que su hijo recobrara la audición, con
un implante coclear. Averiguó y la cirugía valía $70 millones. Ella no tenía ni
para el bus.
En
una fila que hacía para sacar una cita en
Así
lo hizo. El abogado Carlos Peralta metió la tutela y se le ordenó la operación
en Imbanaco, pero tenía que llevar un millón de pesos
de copago por la misma. Otra tutela logró eliminar
ese copago. Hoy Jeferson
recobró el 50% de su audición, estudia normalmente en Siloé,
ya escucha el ruido de los carros y, sobre todo, el grito de los goles que mete
en canchas de grama porque fue recibido en una academia de fútbol gracias a la
vida que le devolvió la cirugía.
Nubia
Marín Rivas, una mujer del barrio Municipal, también tuvo que recurrir a la
tutela para salvar su vida amenazada por obesidad mórbida. En Coomeva le habían ordenado un transplante de rodilla porque
las tenía perdidas por el sobrepeso que debían soportar. Pesaba
Peralta
le hizo la tutela y se le ordenó el bypass gástrico
que vale $22 millones. Nubia bajó de peso pero le quedó la carne descolgada en
los brazos, las piernas y la espalda.
Patricia
Caicedo Aguilar vivió una historia similar. Con 302 kilos de peso y 1,59 de
estatura no tenía mucha vida por delante. Los problemas cardíacos, de presión y
diabetes la amenazaban.
Ella
recuerda que la gente en la calle se burlaba de su gordura y la familia le
hacía chistes malucos. En un banco un cajero le dijo que sólo atendía una
persona a la vez y al pasar la registradora de los buses urbanos los choferes le decían que tenían que pagar doble pasaje...
Todo eso hería su autoestima y dignidad y a veces pensaba en suicidarse porque
no quería vivir así.
Patricia
logró que
Esos
son sólo tres de los miles de casos de pacientes que tienen que acudir a la
tutela para solucionar problemas de salud e incluso para que les den
medicamentos genéricos porque las EPS se los niegan.
Tan
sólo el abogado Carlos Peralta ha interpuesto más de tres mil tutelas para la
protección del derecho a la salud. “Todas son gratuitas, por ellas no cobro
nada porque aplico el principio de solidaridad social que consagra el Artículo
95 de
Según
el personero auxiliar Tobías Ayala, “las tutelas se originan, en el caso del
régimen contributivo, por la negativa en la prestación de algunos servicios que
se encuentran fuera del POS, en algunos procedimientos, medicamentos e insumos.
Y en cuanto al régimen subsidiado, por la negativa definitiva en la prestación
del servicio de salud”.
Pero
la situación más deplorable es la que la tienen afrontar los niños enfermos de
cáncer. Jaime Sierra, defensor del paciente, señala que pese a que
En
Cali hay registrados 526 niños con cáncer. La mitad son del régimen subsidiado
por lo que tienen menos posibilidad de atención y muchos se mueren.
Así
que la tutela sigue siendo el mecanismo para logar una atención expedita.
Peralta dice que las EPS las toleran porque el Estado a través del Fosyga les paga más rápido. Pero el secretario de Salud de
Cali, Alejandro Varela, advierte que sólo les reconocen el 50%. Sin embargo,
pacientes como Jeferson, Nubia Marín o Patricia
Caicedo no tienen otra alternativa.
Acceso a la salud
El
defensor del Pueblo Andrés Santamaría cuestionó la actitud de las EPS. “Cómo es
posible que el POS le permita a un paciente enfermo del corazón ir a la
consulta con el cardiólogo y acceder al diagnóstico, pero no le permita que se
le haga tratamiento. Eso no tiene sentido”, manifestó.
Recordó
que el Estado tiene el fondo Fosyga al que las EPS
recobran los dineros gastados en cirugías y tratamientos que están por fuera
del Plan Obligatorio de Salud.
Pero
un ejecutivo de una EPS que pidió reservar su nombre dijo que el reembolso del Fosyga no es inmediato, hay demoras y a las EPS se le deben
miles de millones de pesos por ese concepto.
Agregó
que en los últimos años se han disparado las cirugías bariátricas
en Cali. “Muchas personas lo hacen por estética y eso no es justo. Con lo que
se gasta el Estado a través del Fosyga en tutelas, se
podría mejorar el acceso a la salud de más gente”, señaló.