Medicamentos que no se entregan en su totalidad, procedimientos cuya
autorización se dilata, demoras para obtener citas con especialistas y salas de
urgencias cuya congestión atrasa la atención de los casos graves son, de
acuerdo con las organizaciones de pacientes, una constante dentro del sistema
de salud. (Lea: ¿Por qué se muere la gente esperando ser atendida en
urgencias?).
Casos como el de la niña de 11 meses que esta semana falleció horas después
de ingresar a urgencias en una clínica en Bogotá o la del paciente diabético
que murió en la oficina de una EPS, mientras intentaba que le autorizaran una
diálisis, son apenas dos de las miles de situaciones adversas que los afiliados
al sistema afrontan a diario, dice la hermana María Inés Delgado, quien
encabeza la Asociación Colombiana de Enfermos Hepáticos y Renales.
Las acciones de tutela a las que acuden los usuarios para tratar de acceder
a tratamientos son evidencia de la magnitud del problema. Según la Defensoría
del Pueblo, solo el año pasado, los colombianos interpusieron 105.947 demandas
de este tipo, con ese propósito; paradójicamente, 6 de cada 10 reclamaban
servicios a los que tenían derecho.
Estos son los casos de tres personas que han tenido que vivir en carne
propia los efectos de la crisis de un sistema de salud, que no da luces de
remontarse.
Negligencia
Trasplante millonario
en riesgo
Pedro Rico, de 61 años, fue sometido en el 2011 a un trasplante de hígado,
una operación que puede valer hasta 110 millones de pesos. Y todo salió bien.
Sin embargo, la entidad que asumió sus gastos posoperatorios
(Ecopsos) terminó siendo liquidada y Rico fue
trasladado a Comfacundi, que decidió no atenderlo
más.
Con el fin de que le prestaran atención y le dieran los medicamentos que
necesita después del trasplante, interpuso una tutela y, en mayo, su caso fue
llevado a la Superintendencia Nacional de Salud, donde fue conocido por la
entonces ministra de salud, Beatriz Londoño. Hasta hoy, ninguna dependencia ha
hecho algo al respecto. Por lo pronto, recibe algunos de sus medicamentos por
medio de la Asociación Colombiana de Enfermos Hepáticos y Renales.
Desamparo
'Un cáncer me mata y no
tengo tratamiento'
En el 2010, Estella Vásquez, de 51 años, tuvo un
severo dolor de muela. Se la sacaron debido a una infección y, al poco tiempo,
se dieron cuenta de que tenía cáncer en el piso de la boca. En ese momento
empezó su calvario.
Las citas con el especialistas se demoraban y no recibía
tratamiento, por lo que interpuso una tutela que falló a su favor y que ordenó
que la atendiera el Instituto Nacional de Cancerología.
"Me atendieron muy bien. Me hicieron quimioterapia, radioterapia, una traqueostomía y una gastrostomía,
pero en septiembre de este año el contrato de la EPS con el Cancerológico se
acabó y no me volvieron a atender", cuenta Estella.
Interpuso, entonces, una nueva tutela y la remitieron a otro centro para el
tratamiento de cáncer. Pero allí le dijeron que no tenían agenda para citas.
Desde hace tres meses, no recibe ningún tipo de atención, por lo que se la
pasa de oficina en oficina, intentando que alguien oiga su caso. Dice que sigue
esperanado que "el sistema de salud se acuerde
de mí".
Nadie se
responsabiliza
Lleva cinco meses
esperando una cirugía
José Gutiérrez tiene 46 años. Hace unos meses sufrió un dolor intenso en el
abdomen por lo que el médico le ordenó una ecografía. Lo remitieron al Hospital
Santa Clara, de Bogotá, en junio, donde un especialista le dijo que le debían
extraer la vesícula, porque tenía unos pólipos que podían convertirse en
cáncer.
Fue así como una orden para realizar el procedimiento le llegó a Capital
Salud, EPS a la cual Gutiérrez está afiliado. La respuesta, sin embargo, fue
que la operación no se podía practicar porque hacían falta unos documentos.
Gutiérrez volvió al Santa Clara y el médico le ayudó con los trámites, pues la
cirugía se necesitaba de urgencia.
"Me dijeron que si acaso en enero me daban la autorización para el
procedimiento -cuenta Gutiérrez-. Les dije que iba a poner una queja en la
Superintendencia Nacional de Salud y me respondieron que no era problema de
ellos".
Hace 15 días, presentó un derecho de petición a la Supersalud
contando su caso y exigiendo una explicación por la demora para aprobar el
procedimiento. A vuelta de correo, le informaron que Capital Salud era la
entidad que debía darle las explicaciones. "El Ministerio de Salud dice
que las personas somos prioridad y que los procedimientos son ágiles, pero llevo
cinco meses esperando. La vida se me va a complicar", sentencia Gutiérrez.