Estas Venas No Son Un
Problema Estético, Sino Una Enfermedad Vascular Trate Las Várices Desde Antes
De La Gestación
Se les
denomina comúnmente “venitas feas”, pero lo cierto es que las várices son
dilataciones en las venas, que, a medida que avanzan, sobresalen y resaltan en
las piernas. Jorge Ulloa Domínguez, cirujano vascular y director de la
Fundación colombiana de enfermedades vasculares, asegura que las várices son
mucho más frecuentes en la mujer que en el hombre y que, según estadísticas, se
ha comprobado que por 5 mujeres que tienen várices sólo uno o dos hombres
pueden presentarlas también.
Aparecen
desde muy temprana edad, así que las mujeres no les prestan la atención
necesaria, pues suelen creer erróneamente que se trata de un problema estético.
En la
gestación se manifiestan con mayor facilidad porque hay muchos cambios
hormonales, sobre todo a nivel de los estrógenos, los cuales repercuten
directamente en las paredes de las venas, que hacen que se dilaten y se vuelvan
más flexibles para que la sangre circule mejor, teniendo en cuenta que el
crecimiento del vientre puede dificultarla.
“El
espacio ocupado por el útero comprime las venas de las piernas y la sangre no
puede devolverse normalmente hacia el corazón. Esto disminuye el flujo venoso y
las várices se empiezan a notar mucho más, a lo que se añade la aparición de
vasos rojos, morados, azules, que irrumpen en las piernas”, comenta el
especialista. Durante el embarazo no se pueden tratar las várices. Por eso, si
una mujer planea quedar embarazada y ha notado en sus piernas estas
dilataciones, debe acudir a un cirujano vascular, que es el especialista idóneo
para tratarlas; de ese modo, no habrá complicaciones mientras espera al bebé.
Si, por
el contrario, la mujer no consultó de manera oportuna, igualmente debe acudir
al especialista para que le dé recomendaciones puntuales sobre el uso de medias
de compresión, el modo adecuado de caminar, el tipo de ejercicio que debe
practicar, el aseo y la hidratación que debe darle a las piernas.
Las
causas La predisposición genética y los factores hereditarios son las
principales causas de las várices. Vale la pena aclarar que si una mujer reúne
estos aspectos, tarde o temprano aparecerán y el embarazo sólo las agravará.
Ulloa
explica que un hijo de padres con várices tiene el 75 por ciento de
probabilidad de presentarlas en algún momento de su vida, especialmente si es
mujer. Si sólo uno de los dos padres tiene várices, la posibilidad es del 50
por ciento y si ninguno de los padres las tiene, la posibilidad de que
aparezcan en sus hijos es del 25 por ciento