En Dagua y Santander de Quilichao será sepelio de universitarios

Atención especial a estudiantes lesionados en trágico accidente en el Magdalena.

Más que las fracturas y otras lesiones, a los 13 estudiantes de la Universidad del Valle traídos a Cali les duele el alma por la pérdida de dos de sus compañeros en un accidente cuando viajaban para la Sierra Nevada de Santa Marta.

Anoche eran esperados los féretros de Silvia Gabriela Pastrana y Álvaro José Bonilla, quienes perdieron la vida en el choque de la buseta que los transportaba y que chocó el sábado contra un árbol en inmediaciones de Fundación (Magdalena), tras 31 horas de haber salido desde la capital del Valle en un paseo vacacional.

Los allegados de Silvia Gabriela, de 21 años cumplidos en mayo pasado, quien residía en el popular barrio caleño de Santa Elena, la llevarán a su sepelio en el corregimiento de El Queremal, en el municipio de Dagua.

Su tía Flor Alba Cruz, quien se había convertido en tutora desde la muerte de la mamá de la joven hace tres años, apenas decía que era un golpe demasiado duro con todas las ilusiones de la muchacha.

Recordó que a las 8:00 de la mañana Silvia la llamó y le dijo que habían tenido que parar unas horas antes por un pinchazo. "Y al mediodía cuando la quise llamar me contestó una mujer y me dio la noticia", dijo Cruz.

Mientras tanto, el ataúd de Álvaro José, de 27 años, será llevado hasta Santander de Quilichao, vecino municipio del norte del Cauca.

El gobernador del Valle, Francisco Lourido, lamentó la tragedia que enluta al ámbito académico y la sociedad vallecaucana.

En un avión de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) llegaron a las 3:00 de la madrugada de ayer  los 13 estudiantes heridos a la Base Aérea Marco Fidel Suárez, en el nororiente de Cali. De allí fueron remitidos al Hospital Universitario del Valle.

El médico Laureano Quintero, quien viajó hasta Magdalena y coordinó el operativo de traslado, dijo que se les ha traído con el apoyo logístico de las instituciones de la Costa Atlántica y del Valle para que puedan ser atendidos y estar cerca de sus familias.

Fue necesario reunir a los accidentados para su traslado a Santa Marta. A la diligencia, en medio del dolor, también viajaron el director de la Escuela de Medicina y la directora del programa de cirugía de Univalle.

La directora del Hospital Universitario del Valle, María Lucero Urriago, dijo que los estudiantes permanecen en el sexto piso donde se les presta atención sicológica porque ellos afrontan un shock de negación de la tragedia.

A seis de ellos se les practicarían cirugías por lesiones, especialmente, en miembros inferiores, aunque se les someterán a otros exámenes para descartar cualquier situación clínica.

En la tarde de ayer se cumplió un oficio religioso en la universidad, en medio del luto de los médicos que este año han resultado golpeados por la violencia.