Tomar agua antes de comer sí
sirve para adelgazar
Beber
dos vasos antes de cada comida principal, todos los días, ayuda a bajar de
peso.
Esto,
que hasta hace poco era apenas una hipótesis, lo confirmó un estudio.
El
agua es el solvente universal: ella es necesaria para transformar todos los
nutrientes y sustancias necesarias para que todas las células del cuerpo
funcionen bien.
Además desintoxica, lubrica, regula la temperatura y (ahora lo confirman los
científicos) produce saciedad.
Se sabe que cuando el agua entra al estómago cubre las paredes gástricas. Al
combinarse con los residuos de fibra y otros elementos, aumenta el volumen y
hace que éste se vacíe más lentamente. En consecuencia, la gente tiende a comer
menos.
Sobre esta teoría, médicos y nutricionistas recomendaban a pacientes que
necesitaban perder peso, tomar agua antes de comer.
Ahora un estudio presentado durante el Congreso Anual de
¿Cómo lo hicieron?
Estos investigadores decidieron hacer un seguimiento de 12 semanas a adultos
entre los 55 y los 70 años que hacían dieta para bajar de peso, a los que
dividieron en dos grupos.
Aquellos que tomaron dos vasos de agua antes de cada comida principal perdieron
siete kilos durante este tiempo; los demás perdieron cinco kilos. Los autores
del estudio infieren que el efecto puede lograrse también si la gente toma
refrescos endulzados con edulcorantes, en lugar de bebidas azucaradas.
Aunque aún no hay consenso sobre la cantidad de agua que debe consumirse
durante el día, un promedio entre siete y nueve vasos puede ser una buena
sugerencia.
Todo
esto hace el agua por usted
Es
vital: todas las reacciones químicas del cuerpo requieren del
agua.
Lubrica: el aparato digestivo y todos los tejidos del cuerpo que están
cubiertos por mucosas son protegidos por el agua. Evita que haya fricción entre
ellos.
Amortigua: dentro de las articulaciones el agua es un amortiguador;
evita que los huesos se golpeen entre ellos.
Regula la temperatura: a través de la transpiración, refrigera el
cuerpo.
Intercambia gases: en el pulmón facilita la salida del aire pobre en
oxígeno, que va mezclado con vapor de agua. Eso hace que el oxígeno fluya con
más facilidad.
Es diurética: suficiente cantidad de agua en el cuerpo hace que los
riñones funcionen mucho mejor.
Es laxante: evita el estreñimiento y la aparición de divertículos y
hemorroides.
Activa el metabolismo: beber líquido en abundancia aumenta el gasto de
calorías; se cree que dos litros consumen por sí solos entre 30 y 60 calorías.
REDACCIÓN
SALUD