Cuando
los testículos del bebé no han descendido, se presenta la criptorquidia
Aunque es un problema al que hay que prestarle atención,
en algunos casos, los testículos del bebé terminan su desarrollo en los
primeros meses de vida.
Cuando
un varón nace, el pediatra hace un cuidadoso examen de los testículos del bebé,
que se desarrollan durante la gestación y antes del nacimiento estos deben
haber descendido al escroto; es decir, la bolsa que cuelga debajo del pene. Sin
embargo, cuando esto no sucede, significa que el bebé tiene criptorquidia.
El
urólogo pediatra Jaime Pérez explica que hasta en el 3 por ciento de los recién
nacidos que han completado todo el periodo de gestación se encuentra que los
testículos no han descendido. Ahora bien, en los bebés pretérmino
(que nacen antes de completar los nueve meses) y con bajo peso al nacer, la
probabilidad aumenta hasta en un 30 por ciento.
Y
aunque esta situación puede ser motivo de preocupación para los padres, el
especialista asegura que aproximadamente el 70 por ciento de los testículos que
no han descendido en el momento del nacimiento lo hacen y llegan al fondo del
escroto de manera espontánea durante los primeros tres meses de vida.
Las
causas
Cuando esta situación se presenta, los padres se preguntan cuál fue el motivo.
En
ese sentido, hay que aclarar que no hay una única razón: “En el estudio de las
posibles causas, existen factores cromosómicos, hereditarios, hormonales y
ambientales”, dice Pérez.
La
posibilidad de que se haya tratado de un factor hereditario también preocupa a
los padres. Precisamente, el especialista comenta que “se encuentran testículos
no descendidos hasta en el 4 por ciento de los padres y el 6 por ciento de los
hermanos de un paciente con dicha enfermedad, lo que indica que pueden existir
ciertos factores hereditarios que favorecen su aparición”.
A
largo plazo
Si después del primer año los testículos no se encuentran en situación normal,
sufren daños irreversibles en sus células, puesto que se produce una
disminución en la cantidad y calidad de los espermatozoides. lo
cual podría comprometer la fertilidad posteriormente.
Tratamiento
de la criptorquidia
Jaime
Pérez, urólogo pediatra, explica que el tratamiento del niño con testículo no
descendido es quirúrgico; es decir, requiere de una cirugía, ya sea para
realizar el descenso del mismo a la bolsa escrotal.
Este
procedimiento se denomina orquidopexia; también es
probable que se haga necesaria la cirugía para retirar dicho testículo por
presentar alteraciones importantes en su forma y calidad.
Cuando
se hace necesaria esta cirugía, el momento recomendado para hacerlo es entre
los 6 meses y el año de edad. Posteriormente, se les recomienda hacer un autoexamen del testículo y se requiere un seguimiento a
largo plazo de estos pacientes. Todo ello teniendo en cuenta que las células
del testículo no descendido pueden sufrir una transformación maligna y
desarrollar cáncer luego.