Que continuaran apareciendo personas vivas tanto días después de ocurrido el
sismo en Haití sorprendió a quienes han seguido la crisis, pero no a los
expertos.
Se sabe que un ser humano puede sobrevivir sepultado hasta 13 días después
de un terremoto, sobre todo si está en buenas condiciones de salud antes del
desastre.
Tras examinar los reportes médicos de sobrevivientes de terremotos desde
1985, una investigación hecha en el 2004, y publicada en Prehospital
and Disaster Medicine,
encontró que para lograrlo es vital contar con algo de comida y agua o tener la
posibilidad de hacer lenta la deshidratación.
De hecho, se ha sabido de casos de personas que han sobrevivido entre siete
y diez días sin líquidos ni alimentos, gracias a que estuvieron protegidas del
calor.
Los organismos de socorro tienen en cuenta esas posibilidades, por eso
insisten en la búsqueda de víctimas, incluso a semanas de ocurridas tragedias
como la de Haití: “No podemos parar, debemos seguir buscando, aunque sólo sea
para salvar a una persona más”, dijo en días pasados Elizabeth Byrs, portavoz de la oficina humanitaria de Naciones Unidas
en ese país.
Organismos como la Dirección de Prevención y Atención de Emergencias de
Bogotá (Dpae) difunden entre la población claves para
prepararse ante un desastre de esta clase (ver recuadros).
¿Qué hacer si se está atrapado? La historia de los afectados no termina con
el rescate.
En general, las personas que han permanecido largos periodos bajo los
escombros enfrentan problemas de salud a causa de la deshidratación, como el
fallo de órganos (en particular los riñones) y el riesgo de embolia pulmonar y
de derrames cerebrales.
La energía y la actitud de quien se encuentra atrapado debe
orientarse, desde el comienzo, a hacerlo todo por mantenerse con vida y en las
mejores condiciones posibles.
Como el espacio en el que se está confinado suele ser oscuro y lleno de
polvo, hay que cubrir boca y nariz con un pañuelo o
tela y hacer el mínimo gasto de energía para aguantar más tiempo sin comer.
Hay que mantenerse alerta para captar ruidos y buscar la manera de responder
para atraer la atención de los rescatistas: si no se
tiene fuerza para gritar, hay que golpear estructuras metálicas, siempre de
forma arrítmica.
Es importante conservar un ritmo lento, profundo y sostenido al respirar,
para consumir menos oxígeno y perder menos agua.
Si no se cuenta con líquidos de ninguna especie, se recomienda, de ser
posible, el consumo de la propia orina para combatir la deshidratación.
LO QUE DEBE TENERSE EN CUENTA SALGA CON CUIDADO Asegure el televisor, la
biblioteca, los cuadros, las repisas, las puertas de los gabinetes de la cocina
y las lámparas de toda la casa. Cambie de sitio las camas, si están ubicadas
cerca de las ventanas, y todos aquellos objetos que puedan lastimar a alguien
si le caen encima.
ASEGURE SU HOGAR Reúnase con su familia, con sus vecinos y compañeros de
trabajo y fije un punto de encuentro que sea seguro para todos. Defina la ruta
de evacuación más rápida y manténgala despejada. Ensaye cómo evacuar de día y
de noche.
Lleve siempre un pito. Exija que en su empresa, colegio o universidad, haya
un plan de emergencia.
PLAN DE EMERGENCIA Prepare y mantenga siempre a mano una bolsa con linterna,
radio portátil, pilas de repuesto, agua, comida enlatada, copia de su documento
de identidad, carné de EPS, escritura de la vivienda, botiquín de primeros
auxilios y los medicamentos que requiera algún miembro de su familia.
KIT PARA EMERGENCIAS Con la ayuda de un arquitecto, un ingeniero o un
maestro verifique si la edificación que ocupa es sismorresistente, y el estado
de columnas, vigas y paredes. Haga las reparaciones necesarias. Identifique con
él los lugares que ofrezcan mayor protección en el momento de un terremoto.
VIVIENDA SEGURA Proteja su cabeza con los brazos y cúbrase bajo un
escritorio o mesa resistente. Ubíquese en el sitio identificado como el más
seguro. Aléjese de las ventanas y paredes que dan a la calle. No salga
corriendo, no grite y trate de controlar el pánico. Mantenga la calma.
EN MEDIO DEL SISMO Cuando pase el terremoto, revise su estado de salud. Si
alguien está herido, procure no moverlo a menos que sea necesario. Cierre las
llaves de paso del agua y del gas y desconecte la energía. Salga del lugar con calma
y vaya al punto de encuentro. Prepárese para las réplicas: éstas pueden ocurrir
en cualquier momento