Tecnología en salud, pero con
énfasis en lo social
Por
Julio César Castellanos Director Hospital Universitario San Ignacio
Para
considerarse actualizado, un país debe medir el grado de acceso de su población
a los avances y no simplemente la presencia o ausencia de la tecnología en su
territorio.
Si
la aplicación de la llamada 'tecnología de punta' no responde a las condiciones
sociales, humanas y económicas de la sociedad, puede convertirse en parte del
problema y no de la solución a los retos que enfrenta la medicina.
Toda
innovación de este tipo debe prever, en aras de la equidad social, fórmulas
para ser puestas al alcance de todo aquel que la necesite. Vale decir, sin
embargo, que es equivocado pensar que los sistemas de salud, especialmente de
países en vías de desarrollo, deben construir sus áreas de conocimiento sólo en
función de la aplicación de tecnologías de moda.
En
esta tarea es fundamental que se defina primero cuáles son los problemas prevalentes y más importantes de salud de la población,
para darles prioridad e introducir formas más rápidas y menos costosas de
atenderlos.
Se
suma el reto para el país, en materia de tecnología médica, de organizar
sistemas de investigación que le permitan disminuir su proporción de importador
de equipos y conocimiento y lograr desarrollos propios. Hay que evitar llegar
al extremo de tecnificar todo, a grado tal que acabemos advirtiéndoles a los
médicos: "En caso de duda, examinen al paciente".