Cada dos días se suicida un menor
de edad en Colombia
Desde
el 2005, se han suicidado 929 niños y jóvenes.
La
soledad, el consumo de drogas y los fracasos escolares y emocionales los lleva
a terminar con sus vidas.
La
mujer alcanzó a agarrar de una pierna a su hija adolescente mientras se lanzaba
desde un décimo piso en Bogotá. Era el sexto intento de suicidio de la
jovencita. Meses antes del fallido salto al vacío, se había provocado seis
heridas de cuchillo en su vientre. Morirse se había convertido en el único
propósito en la vida de esta estudiante de colegio.
Miguel
de Zubiría, presidente de
"La
madre estaba desesperada. Estos casos comienzan a tempranas edades y cuando
avanzan es difícil intervenir", afirma el especialista al explicar que
cuando un niño o adolescente ha atentado contra su vida, es muy probable que
reincida. No obstante, en todos los casos se puede evitar un final trágico con
ayuda profesional.
"Nuestros
niños son muy infelices. Tienen todo lo que no necesitan (lujos, comodidades),
pero les falta el amor y la compañía de los papás", advierte de Zubiría al calificar al suicidio infantil y adolescente
como un problema creciente en el país, debido -sobre todo- a la desintegración
de las familias.
Se
refiere a aquellos hogares donde ambos padres trabajan, o donde la madre es
soltera o separada, y el niño permanece mucho tiempo solo, sin compañía y
afecto, y sin supervisión.
"Internet
y la televisión están reemplazando a los papás modernos", dice de Zubiría al citar un estudio estadounidense reciente que
estableció que los padres de adolescentes sólo hablan con ellos media hora a la
semana.
"El
suicidio de un niño es una bofetada para la sociedad, para los educadores y
para la familia", reconoce Carolina Piñeros,
directora de RedPapaz y aclara que este siempre ha
sido un tema vetado socialmente, del que no se habla por temor y
desconocimiento.
Las
cifras son una muestra de la gravedad del problema. En el 2009, Medicina Legal
registró 193 casos de suicidios, entre los 10 y los 17 años. En ese año se
registraron 1.845 suicidios en el país, de los cuales dicha franja representa
el 10 por ciento. Entre el 2005 y el 2009, 929 menores de edad se quitaron la
vida, sobre todo los varones.
Según
Medicina Legal, los motivos que los condujeron a esa determinación son, en su
orden, conflictos de pareja o desamor, problemas económicos o escolares y la
muerte o suicidio de un familiar o un amigo.
Lo
piensan desde los 9 años
En
Colombia la ideación suicida (manifestaciones sobre el interés por quitarse la
vida), comienza a los 9 años. Así lo reveló el Estudio Nacional de Salud Mental
del Adolescente Colombiano, primero en su especie en Colombia, que se dará a
conocer próximamente.
Yolanda
Torres, jefe del Grupo de Salud Mental de la universidad CES de Medellín,
encargada de analizar los datos de la investigación, cuenta que la misma se
hizo con 1.586 jóvenes de
El
documento evidenció que el 11 por ciento de los consultados ha pensado
seriamente en suicidarse. Sin embargo, hay casos de ideación suicida desde los
4 años. También se determinó que el 7,1 por ciento presenta trastornos
depresivos.
Según
Las
tasas de suicidio entre los jóvenes latinoamericanos (6,8 por cada 100.000)
sólo son mayores a las que se registran en África (1,3) y Europa (6,7), y
menores a las que existen en Asia (9,6), América del Norte (10,1) y Oceanía
(12,2). Esto, según un estudio presentado en el 2008 por
¿Por
qué quieren morir?
La
infelicidad es el factor predominante para que un menor de edad decida terminar
con su vida. Según Leonardo Aja, director científico de la corporación Buscando
Ánimo, un niño o joven infeliz es muy susceptible ante una situación de
adversidad.
La
sobreprotección y el trato descuidado o negligente, el maltrato emocional o la
sobrecarga de responsabilidades para sus cortas edades son otros motivos,
explica el experto.
También,
la falta de límites y de disciplina, al igual que el estilo de vida de las
ciudades que no les permite disfrutar de cosas sencillas y de ambientes más
relajados.
"A
los niños y jóvenes no los preparan para manejar su afectividad y tampoco para
enfrentar los problemas de la vida", comenta. Según el especialista, el 40
por ciento de sus consultas tiene que ver con ideaciones o intentos de suicidio
en niños y adolescentes.
En
todos los casos, explica, hay que buscar ayuda profesional y cuando se vuelven
recurrentes, requieren de una intervención especializada: un proceso de
psicoterapia de no menos de un año y vigilancia psiquiátrica en algún centro
asistencial.
El
consumo de drogas, alcohol y tabaco también puede impulsarlos a la depresión y
posteriormente a atentar contra sus vidas.
'Hay
que escuchar sin juzgar'
"Revisando
mis diarios, el suicidio fue un tema recurrente desde que era niña. Fui un ser
depresivo que se refugió en los libros, que me brindaron la aceptación que no
me daba el medio. Con mi primer intento se me cerró el mundo, todo perdió su
valor y mi vida se convirtió en una pasmosa bola de nieve que me arrolló por
primera vez, en un cable fuertemente apretado en las rejas del patio de mi
casa. Ese día morí por unos segundos, luego vino el segundo intento: las venas,
las carnes abiertas. Sucedió en el 2007, en el lapso de dos meses."
"¿Por
que suicidarse? Las cosas que te llaman la atención pierden su interés, porque
la persona que amas te defrauda, porque tu autoestima se baja, porque sientes
que jamás encajarás.
Las
madres llevan la peor parte. La mía, pobrecita, no entendía porque yo, con mis
capacidades, elegía el aniquilamiento. Creía que vivir se reducía solo al techo
y la comida. Mi madre estuvo vigilándome cariñosamente, mucho tiempo. Fue una
linda centinela".
Un
consejo para los jóvenes en esta situación: No debemos irnos de este mundo,
como lo dijo Paulo Coelho, 'sin saber hasta donde
podemos llegar'. "Hay tantas opciones en el mundo que es casi imposible
que no encajes ni en una, solo hay que buscar con fe. Ya no me refugio solo en
los libros: hago deporte, comparto mucho con mi familia y con mis amigos".
"Hay
que comprender lo incomprensible: si alguien se quiere quitar la vida, lo mejor
es escuchar sin juzgar. Si uno se siente como bicho raro tendrá más razones
para aniquilarse. Y que tengan una actitud de vigilancia prudente; recuerdo que
cuando tenía las heridas frescas en las muñecas mi madre dormía a mi lado,
aunque en ese tiempo era innecesario, yo ya no quería morirme".
Testimonio
escrito por joven colombiana.
Los
padres deben amar y enseñar a vivir
- Dedique,
mínimo, 15 minutos al día para conversar y conocer lo que piensan y sienten.
-
Los hijos no sólo tienen que ser aceptados sino apreciados tal como son. Tienen
que sentirse especiales sólo por el hecho de existir.
- Dé
mensajes de esperanza y creencias en un ser superior, no importa a que religión
pertenezca.
- Inspírelos
para que tengan un proyecto de vida.
-
Fortalezca la autoestima. Eso los capacita para que sepan cómo manejar las
adversidades inevitables de la vida.
-
No hay que sobreprotegerlos: hay que enseñar que la vida tiene obstáculos, pero
que estos se pueden superar.
- Observe
los cambios que presentan, como la pérdida de interés en sus actividades.
Conozca su entorno y sus amigos.
- Tenga
en cuenta signos comunes de la depresión como: cansancio, tristeza, falta de
concentración, ansiedad, irritabilidad, cambios en el sueño, falta de apetito,
manifestación de dolor o malestar sin explicación.
- Fórmelos
en valores.
FUENTE:
GRUPO DE INVESTIGACIÓN DE
Los
profesores deben estar atentos
Si
en su clase hay algún estudiante tímido, aislado, retraído o no
integrado, que no participa y se muestra apático, preocúpese: es una señal de
depresión.
Reaccione
ante cualquier comentario que escuche en el ambiente
escolar sobre un estudiante con manifestaciones suicidas. Puede ser un rumor o
un chisme, pero vale la pena tomar el riesgo de indagar.
Comunique
sobre estas situaciones a los padres de familia, y oriéntelos en la manera en
la que deben solicitar ayuda profesional.
El
tiempo que les dedica a los estudiantes a la interacción de las
ideas y al sano esparcimiento es el mejor tiempo invertido y es la enseñanza
más importante.
FUENTE:
LIGA COLOMBIANA CONTRA EL SUICIDIO INFANTIL.
Pida
ayuda
¿A
dónde llamar?
Icbf, línea gratuita 24 horas:
01 8000 11 2440.
Liga contra el Suicidio Infantil. Tel: 6156977.
Corp. Buscando Ánimo: Tel: 8036498
JOSÉ
ALBERTO MOJICA P.
REDACCIÓN VIDA DE HOY