"Así la gente me trate como un estorbo, soy tan órgano como el
presuntuoso cerebro", dice el apéndice vermiforme, esa tripita del bajo
abdomen de la que la gente tiene noción solo cuando duele, al punto que se dice
que daña más paseos que la falta de plata y lleva más gente a urgencias que
cualquiera otro de sus colegas del organismo.
"Pensé que la gran prensa también me despreciaba, así que gracias por esta
entrevista", dice.
Háblenos de usted...
Mi nombre es Apéndice y mi apellido es Vermiforme. Soy una especie de tubo sin
salida conectado a la primera porción del colon, que se llama ciego, y así él
me trate como el pariente pobre, somos de la misma familia.
¿Vermiforme? ¿Eso qué es?
A ver, vermis es gusano y formis forma... Tengo forma
de gusano. En promedio, mido 10 centímetros de largo, pero puedo ser un supergusano de 20 cm. Vivo a mitad de camino entre el
ombligo y el huesito de la cadera derecha.
¿A qué se dedica?
Aunque la mayoría de las personas dicen que me dedico a molestar, porque soy un
órgano "vestigial", es decir que en los
antepasados servía para digerir la celulosa de los vegetales (por eso podían
comer hierba), y que hoy no sirvo para nada, la verdad es que algunos médicos
me confieren funciones linfáticas, que mejoran las defensas del cuerpo; de
producción de algunas enzimas e incluso de adecuación de ciertas hormonas.
¿Es cierto que refugia bacterias amigables?
Pues sí. Hace poco unos investigadores de la Universidad de Duke
me investigaron hasta más no poder y descubrieron que les doy refugio a unas
bacterias saprófitas, benéficas para el cuerpo, que
se mueren cuando la gente abusa de los antibióticos. Y como yo guardo una
reservita, ellas salen y van repoblando al organismo. ¿Cómo me vio ahí?
Por eso es una bobada que lo saquen sin
razón...
¡Al fin alguien que me entiende!
Pero lo conocen más por el mal que hace...
Cuando me inflamo, mejor dicho, cuando me da apendicitis, molesto mucho, tanto
que si no me retiran del cuerpo puedo reventar y afectar todas las vísceras del
abdomen. Esa catástrofe se llama peritonitis. También puedo ser origen de
tumores.
¿Algo más?
Sí, que cuando molesto en niños y ancianos puedo presentar menos síntomas, por
eso es importante identificarlos.
Verdades y mentiras sobre el
apéndice
Síntomas clásicos de
apendicitis
Por lo general, los afectados se quejan de un dolor en la boca del estómago,
que suele aparecer por la noche, cuando el intestino está más quieto.
La molestia se viene con náuseas, vómito y malestar general. Poco a poco el
dolor se desplaza hacia el ombligo y luego hacia la fosa ilíaca derecha (a
mitad de camino entre el ombligo y el hueso de la cadera). Después aparece la
fiebre (38 grados).
El dolor es continuo, intenso y aumenta al toser, al caminar y al respirar.
Al presionar el sitio, duele, pero mucho más cuando se suelta. Ante esos
síntomas hay que correr a urgencias; allí le tomarán, entre otros, un examen de
sangre en el que aparecerán los glóbulos blancos elevados.
CARLOS F. FERNÁNDEZ
Asesor médico de EL TIEMPO