Juan Camilo Parra fue distinguido como el mejor
interno de medicina de la Universidad del Valle. Perfil de un médico en ciernes.
Su abuelo se lo pronosticó. Don Reinaldo Parra siempre le dijo: Usted va a
ser el médico de la familia. Algo poco coherente para un hijo de un diseñador
gráfico, Hugo Parra, y una contadora, Myriam Vargas. Pero cada que el pequeño
comenzaba a jugar con el anciano, a tomarlo como paciente para simular hacerle
curaciones y masajes, don Reinaldo insistía. “El niño va a ser doctor”.
Y un doctor sobresaliente. Juan Camilo Parra Vargas, bugueño, 23 años, acaba de ser distinguido por el Instituto
Científico Pfizer Colombia, como uno de los mejores estudiantes de internado
(último año) de medicina de la Universidad del Valle. Su promedio en ese lapso
que es la antesala del rural, fue de 4,56, y durante toda la carrera, de 4,5.
Juan Camilo siempre fue un buen estudiante. Mejor Icfes
y Mejor Bachiller del Gimnasio Central del Valle, en Buga,
le dieron el pase a la Universidad.
Lo más difícil fue dejar su familia y su casa en Buga,
para venir a Cali, pese a que vivió en casa de una tía y un primo que le dieron
su apoyo. Pero se enamoró de la carrera desde el principio y ya en cuarto
semestre se inclinaba por la Patología porque puede ir al origen celular y
molecular de las enfermedades.
Pero entrando en la recta final de la carrera, que es el año de internado en
el que el alumno rota por todos los servicios o departamentos de
especialidades, una experiencia le hizo cambiar de opinión.
Cuando prestaba su turno en ortopedia le tocó recibir a una anciana que se
había fracturado la cadera, que de alguna manera le evocó mucho su infancia con
su abuelo. La paciente estaba muy delicada, pero él la atendió con todos los
cuidados y estuvo pendiente de su evolución.
Al día siguiente la familia de la señora se mostró muy agradecida
por todas las atenciones con la anciana: todos lo abrazaron, le dieron las
gracias y hasta le escribieron una carta. Incluso, le reportaron muy bien de la
actitud del joven estudiante a los médicos docentes, es decir, sus jefes.
La señora se recuperó y le dieron de alta, pero a partir de entonces
comprendió que no quería perder el contacto con los pacientes, relación
imposible en patología. Entonces cree que se especializará en dermatología, un
punto intermedio en el que puede investigar y ser partícipe de las vidas de los
enfermos.
Ahora, Juan Camilo se prepara para realizar su año rural en el Hospital San
José de Buga. Al cabo del cual tiene la opción de ir
a tomar un curso de entrenamiento en dos instituciones de Bogotá vinculadas al
Instituto Científico Pfizer Colombia: el Insamed y el
Centro Latinoamericano de Investigación y Entrenamiento en Cirugía de Mínima
Invasión, Clemi.
Como parte del premio, la multinacional ofreció un curso de urgencias a los
13 galardonados como los mejores estudiantes de las facultades de medicina de
todo el país. Un recurso muy indicado cuando todos salen a hacer su año rural.
Y les dejó abierta la posibilidad, a todos, incluido Juan Camilo, de ir a
los dos centros mencionados para estudiar becado por Pfizer, luego de terminar
el rural o de hacer la especialización. Todo en virtud de haber sido el mejor
interno de medicina 2012. Algo que Juan Camilo atribuye solo a su dedicación,
buen juicio y a estar entre los mejores. “Estaba rodeado de compañeros
excelentes y de profesores admirables, así que yo solo traté de estar a la
altura de ellos”, dijo.
Todo comprueba que don Reinaldo, quien murió hace doce años, tenía razón:
Juan Camilo iba a ser médico, el médico de la familia y de los demás.
Con el propósito de promover la investigación y el desarrollo científico en
los jóvenes, los mejores estudiantes de la carrera de Medicina en Colombia y
los mejores estudiantes de nueve especialidades médicas (residentes) fueron
premiados con becas para cursar estudios en reputadas instituciones del país y
del exterior.
Las becas fueron otorgadas por el Instituto Científico Pfizer
Colombia, Icpc, cuyo lanzamiento se llevó a cabo en
Bogotá. El Icpc es un proyecto que busca motivar la
investigación y el desarrollo científico en el país, y brindar a los
estudiantes y profesionales nuevas oportunidades de crecimiento en áreas como
la Medicina y otras especialidades de la salud.
Dentro de los programas del Icpc se encuentra un
fondo para financiar proyectos de investigación de residentes (estudiantes de
especialidades de la Medicina), la posibilidad de publicar los resultados según
estándares internacionales, y un programa de pasantías en instituciones en el
exterior. Todo un estímulo para hacer ciencia.