Por
más que Emilia solo les permite a sus hijos –Mariana, de 7 años, y Simón de 10–
usar el computador y la consola de videojuegos una hora cada día, reconoce que
no es fácil sostener esa norma en su casa. “No siempre estoy ahí para lograrlo,
lo mismo pasa con la televisión”, dice.
No es ninguna novedad que ver televisión y jugar en el computador son las
actividades preferidas de niños
y adolescentes colombianos. Profesionales relacionados con ellos lo han dicho y
los padres lo reconocen.
Sin embargo, las cifras que lo confirman abruman. Según la reciente Encuesta
Nacional de Trabajo Infantil 2011 (Enti), adelantada
por el Dane, el Ministerio del Trabajo y el Instituto
Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), el 96,2 por ciento de los menores
entre los 5 y los 17 años consultados dedica su tiempo libre a ver televisión o
películas en video y un 51,5 por ciento navega en Internet y/o chatea.
Según la Encuesta Nacional de la Situación Nutricional en Colombia 2005 (Ensin), el 21 por ciento de los niños entre 5 y 17 años
pasa más de cuatro horas al día frente al televisor, el computador y los
videojuegos, y el 34 por ciento entre 2 y 3 horas, cuando la recomendación son
máximo dos horas al día.
Este sedentarismo es una de las dos principales causas del aumento del sobrepeso
y la obesidad de la población infantil en Colombia y el mundo. La otra son
los malos hábitos alimenticios.
Las cifras también confirman esto. Según la Ensin del
2010, el 13 por ciento de los niños
entre 5 y 17 tiene sobrepeso y un 4 por ciento obesidad. Sin embargo, el dato
de los menores de 5 años es mucho mayor: el 20 por ciento tiene sobrepeso.
“Los nuevos patrones culturales hacen que los niños ya no salgan a jugar al
parque, ya sea por seguridad o porque sus papás no están para acompañarlos. Y
por otro lado, están mal nutridos, es decir, que lo que comen no les aporta los
nutrientes necesarios para su adecuado crecimiento y desarrollo”, afirma la
pediatra Berta Patricia Calderón.
La doctora se refiere a la comida chatarra, como hamburguesa, pizza, paquetes y
gaseosas, entre otros.
“Muchas veces, los padres, por falta de tiempo y comodidad, acuden a estos
alimentos. Y el menú en sus casas incluye pocas verduras y frutas. El ejemplo
es importante y todos en el mesa deben comer lo mismo”, agrega la pediatra.
El manejo para tratar el sobrepeso en los niños debe ser entre varios
profesionales. “Para empezar, el primer mensaje es que es un problema de salud
y no es estético. Lo segundo, no es ponerlo a dieta si no enseñarle buenos
hábitos alimenticios, que debe seguir toda la familia”.
Problemas de salud y autoestima
Por más que los papás insistan en que los bebés y los niños robustos son
más saludables, la verdad es que el sobrepeso los pone en alto riesgo físico y
emocional.
Un adolescente pasado de kilos para su edad y tamaño tiene mayores
posibilidades de ser un adulto obeso, con problemas de hipertensión, renales y
de diabetes a más temprana edad.
También vienen los problemas sociales y de autoestima, pues suelen ser niños
más vulnerables al matoneo (burlas, sobrenombres) o de sufrir de aislamiento.
Por el mayor peso, pierden agilidad física, se fatigan más rápido y tienden a
no hacer ejercicio.