Estudiar una carrera o un curso profesional por Internet puede ser la mejor
opción o la peor pesadilla y pérdida de dinero posible. Así lo resumen las
mismas universidades que ofrecen estudios virtuales en Colombia, donde hasta
hace tres años era muy raro sentarse frente a un computador a recibir clase.
Ni todas las carreras pueden verse por Internet, ni todos los alumnos le van
a encontrar el gusto. Tampoco todas las universidades –por prestigiosas que
sean– ofrecen buenos programas, resume Edison Escobar
Acevedo, coordinador de Innovación y Prospectiva de la Universidad Católica del
Norte (del área metropolitana de Medellín).
Al tratar de armar el perfil de la persona idónea para estudiar por
Internet, las universidades resaltan dos características: poder aprender solo
sin aburrirse a los 10 minutos y tener la astucia para buscar soluciones
cuando, por ejemplo, no se abre un sitio web o se
bloquea un programa.
“Debe tener disciplina para sentarse a estudiar y estar pendiente de todas
las actividades; si no está dispuesto a hacer eso, puede resultar fácilmente
expulsado”, sentencia Crescencio Huertas, director de
Servicios Académicos Virtuales de la Universidad Nacional, donde no ofrecen
carreras universitarias virtuales, solo posgrados.
Ahorrar tiempo no es un motivo Por su parte, Escobar Acevedo dice que “un
síntoma de que uno tiene competencias básicas para estudiar por Internet es que
sabe escribir una carta en un computador y buscar información, y si le falta un
plug-in (software extra) sabe instalarlo sin
problema”.
Y aunque no es camisa de fuerza y cada persona rinde según sus intereses,
los programas virtuales están dirigidos a personas que trabajen y ya tengan una
formación profesional. Si usted es un joven recién egresado del bachillerato
que quiere tener mucho tiempo libre y por eso piensa en estudiar por Internet,
puede llevarse una sorpresa.
“Lo más importante a los 17 o 18 años es la socialización, los amigos, la
biblioteca... En ese sentido, ese perfil no va a servir en la educación
virtual”, dice Escobar.
Finalmente, detalles tan básicos como la capacidad del computador y la
velocidad de la conexión a Internet –que suele ser lo último en lo que se
piensa– hacen la gran diferencia. Tener un computador que sólo lo use el
estudiante y adquirir un plan de banda ancha son casi esenciales.
“El problema de la educación virtual en Colombia hoy es más técnico que de
calidad –apunta el viceministro de Educación Superior, Gabriel Burgos Mantilla–.
Lo que puede dificultar hoy tomar un programa con éxito es que al estudiante no
le funcione la conexión o sea muy lento el computador”.
- Si se va a inscribir, tenga en cuenta...
Para quienes no están familiarizados con la educación en línea, es casi
obligatorio pedir un curso introductorio o una
demostración.
Siempre pida referencias de amigos o personas que ya cursen el programa.
Verifique que su conexión a Internet reúna los requisitos para actividades
como sesiones de videochat o descarga de archivos
pesados.
“Los programas que son totalmente virtuales son muy flexibles y usted debe
tener información fidedigna del currículo. Puede resultar terminando dentro de
10 años si no matricula la cantidad de créditos (cargas académicas)
necesarios”, dice Crescencio Huertas.
Aunque no debe cumplir horarios, las fechas de entrega de trabajos o
exámenes son tan estrictas como en las carreras presenciales, por lo que sube
el riesgo de obtener malas calificaciones