¿Cuáles son los problemas que
enfrentan los discapacitados en Cali?
Líderes
de este segmento poblacional aseguran que la capital del Valle del Cauca no
está diseñada para brindarles comodidad y oportunidades.
Las 148.458 personas con alguna discapacidad residentes en Cali se enfrentan
a diario a barreras urbanas para moverse en la ciudad. Así lo denunciaron ayer
los líderes de las asociaciones que agrupan a este segmento poblacional,
durante la conmemoración del Día Internacional de las Personas con
Discapacidad, quienes ayer realizaron una movilización por el centro de la
ciudad.
Según Fernando Aguirre Sarria, presidente del Club Deportivo Disfad, la ciudad no está diseñada para hacerle más amable
el acceso a las instalaciones públicas.
“No es sino ir al CAM. Para ingresar a los ascensores se debe subir una
escalera. Yo que estoy en silla de ruedas, tengo que pedir ayuda y repetir el
mismo proceso para ir a los despachos, porque la salida de los ascensores está en
un piso intermedio”, explicó Aguirre Sarria.
El líder dice que en el puente peatonal de la Autopista Sur con Carrera 62,
construido dentro del paquete de las megaobras, tiene
rampa solo en uno de los dos ingresos.
Mario Ortega, secretario general de la Confluencia Departamental para
Personas con Discapacidad, dijo que cuando los andenes tienen rampa, “esta
termina siendo usada por los motociclistas”.
El personero de Cali, Andrés Santamaría, señaló que la mayor exclusión es la
social. “No se ha pensado la ciudad teniendo en cuenta a las personas en
condición de discapacidad. Por eso las barreras, más que físicas, son del
comportamiento de la gente”.
Entre tanto, la Secretaría de Bienestar Social informó que se han invertido
$757 millones para atender a esta población. Jaime Quevedo, titular del
despacho, dijo que han entregado más de dos mil ayudas, como sillas de ruedas,
bastones, muletas, caminadores, audífonos y prótesis.
Frente a acceso al MÍO, los discapacitados aseguraron que el sistema todavía
tiene problemas para “incluirlos completamente en el sistema”.
Ortega indicó que la totalidad de la flota del masivo debería tener
accesibilidad para los discapacitados, tal como lo ordena el Decreto 1660 de
2003, del Ministerio de Transporte.
“El mayor problema son los alimentadores, que son los que hacen las rutas
fuera de la estaciones. A los conductores no les gusta bajarse a ayudar al
discapacitado, hay casos en los que ni nos recogen o son los pasajeros los que
terminan subiéndonos al carro”, dijo Fabián Restrepo, usuario del MÍO.
Otro de los problemas radica en que algunos buses no tienen los tableros o el
audio informando las paradas.
“Todos los vehículos deberían tener el tablero para los sordos y el audio
para los ciegos, pero no todos los buses los tienen y hay casos en los que el
conductor apaga el audio”, explicó Ortega.
Al respecto, Juan Carlos Orobio, director de
Transporte de Metrocali, dijo que el MÍO tiene un 60
% de sus buses con accesibilidad al discapacitado. “197 articulados, 275
padrones y 35 alimentadores tienen el ascensor para quienes tienen movilidad
restringida”.
Sobre los tableros, el funcionario agregó que los operadores están
adquiriéndolos.
Otra de las quejas de la población en condición de discapacidad es la poca
oportunidad laboral, tanto en el sector público como el privado.
“Se habla mucho de inclusión social, pero no hay todavía conciencia de que
el discapacitado puede desempeñarse con eficiencia en un cargo”, dijo Mario
Ortega.
En Colombia existe un programa de inclusión laboral para esta población,
denominado Pacto de Productividad, que en Cali opera a través de Comfandi. Se han vinculado 52 personas en la empresa
privada y 128 discapacitados han estudiado en el Sena carreras técnicas bajo
este programa.
· 6,4 %
de la población caleña tiene algún tipo de discapacidad, según el Dane.
· 18 %
tiene problemas de motricidad y el 14 % sufre discapacidad cognitiva.
· 11 %
de las personas con discapacidad lo son por causa de un accidente y 10 % por
alteraciones genéticas.
· 30 % no tiene ningún tipo de afiliación al sistema de salud.