Cómo reaccionar cuando un ser querido va a partir

Los especialistas aseguran que lo ideal es que la familia conozca la voluntad del enfermo.

El duelo anticipatorio es una oportunidad para transformar el dolor en paz interior.

Enfrentar la pérdida inminente de un ser querido afectado por una enfermedad terminal es uno de los episodios más dolorosos que puede tener la vida, pero la intensidad de ese sentimiento se puede reducir con una serie de pautas que los psicólogos llaman manejo del duelo anticipatorio. 

Se trata de una serie de ejercicios y recomendaciones para fortalecer a todos aquellos que reciben el reporte médico en el que les advierten que un familiar morirá muy pronto. 

Isa Fonnegra de Jaramillo, psicóloga colombiana, sostiene que las personas pueden, en estos casos, soñar con un milagro, pero sin dejar de reconocer la realidad. En otras palabras, dice ella, hay que tener un ojo fijo en la esperanza y el otro, en no desconocer la realidad. 

Margarita Hoyos, también experta en el manejo del duelo, sugiere que los familiares asuman un papel más activo en estos eventos, como organizar y concluir los asuntos pendientes del paciente terminal

Un paso fundamental, dicen estas dos psicólogas, es poder establecer un vínculo de confianza con el familiar enfermo, para llegar a determinar cuáles son los círculos que desea cerrar en esta etapa de su vida. 

Adiós a los egoísmos  

Cuando las condiciones de salud del paciente no lo permitan, lo aconsejable es indagar entre los familiares cuáles serían las decisiones más acertadas. 

Quizá la decisión más difícil en estos episodios es la de evitar las actitudes egoístas. En la mayoría de las ocasiones, el amor que sienten las personas por sus seres más cercanos hace que éstas busquen la forma de preservar sus vidas. 

"Por doloroso que sea, hay que permitirles que mueran, que se liberen. Muchas veces, estos pacientes siguen viviendo porque escuchan ruegos como 'no me dejes' o 'no quiero que te mueras'. Retenerlos en vida es una posición egoísta", señala Fonnegra

El manejo del duelo anticipatorio busca, dice ella, que se pueda sentir dolor, pero sin remordimientos y con paz interior. 

Un consejo adicional es no malinterpretar las actitudes del paciente. A veces, estos no reaccionan a estímulos como la caricia de un nieto o la visita de un familiar muy querido. Lo hacen, dicen las expertas, porque han entrado en un proceso de desprendimiento del mundo circundante.
 
¿Qué hacer?  
 
Tenga información
Pida información acerca del diagnóstico de su ser querido. Aclare términos médicos, qué significan y sus implicaciones.  

Proyecte el futuro
Los psicólogos aconsejan que proyecte cómo será su vida sin esta persona y decidir si puede vivir en el mismo lugar o si es necesario un cambio. 

Acuda al perdón
Una de las principales terapias para la paz interior es acudir al perdón. Si ha tenido líos con el paciente, lo mejor es superar los malos entendidos.  

Cierre círculos 
Si las condiciones lo permiten, ayude a su familiar a resolver temas: deudas pendientes o decisiones familiares clave. 
 
Pregúntele
Ofrézcale la oportunidad de decidir qué quiere en caso de que sus condiciones de salud se deterioren: ¿Quedarse en el hospital? ¿irse a la casa?, ¿recibir reanimación?  

No se reprima 
No oculte sus sentimientos de dolor detrás de una falsa fortaleza, lo mejor es buscar ayuda profesional para   asumir el duelo.  

Mantenga la unidad
Evite, a toda costa, las controversias familiares sobre las decisiones que se están tomando. Procure siempre mantener la unidad familiar.