Sálvese de una trombosis
Noviembre 29 de 2009


Con motivo del Día Mundial del Accidente Cerebrovascular, la comunidad médica realiza una campaña con el lema ¿qué puedo hacer yo? que advierte los riesgos de este mal.


Conozca las señales de alerta de un accidente cerebrovascular. Campaña mundial de prevención.

Si usted tiene colesterol alto, fuma y padece hipertensión o diabetes puede ser candidato número uno a sufrir una trombosis o un derrame cerebral, condición que de no ser tratada a tiempo pueden llevarle a invalidez, pérdida de funciones cerebrales o incluso a la muerte.

Esta enfermedad vascular que se define como la oclusión o ruptura de una arteria del cerebro debido a la formación de un coágulo que impide el flujo sanguíneo hacia el cerebro, registra en Colombia no menos de 240.000 casos. Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística, Dane, cada año se presentan 600 casos y 90 nuevos diagnósticos por cada cien mil habitantes.

Conscientes de la alta incidencia y de los riesgos de la enfermedad, que en Colombia se ha convertido en la tercera causa de muerte después de la violencia y la enfermedad coronaria, la comunidad médica ha emprendido una campaña informativa a nivel mundial desde hace diez años.

Lo que se busca es alertar a la gente sobre los factores de riesgo y los signos de alarma de estos accidentes cerebrovasculares, ACV, para que busquen atención médica de manera oportuna. De hecho, si los signos neurológicos se tratan en un plazo de tres horas después de ocurrido el evento se puede salvar una vida y mejorar las posibilidades de recuperación del paciente.

Con motivo del Día Mundial del Accidente Cerebrovascular, que se conmemora hoy en el mundo, el neurólogo Jorge Luis Orozco, de la Clínica Fundación Valle del Lili, recomienda qué hacer en caso de alarma, pero sobre todo, cómo se deben prevenir estas enfermedades.

Los factores de riesgo

-Controle la hipertensión. Esta enfermedad asintomática que hace que la mayoría de personas la padezca sin saberlo, es el principal factor de riesgo de los ACV. Se calcula que sólo el 50% de los hipertensos en América Latina ha sido diagnosticado y se encuentra bajo control.

-Cuídese de la diabetes. El riesgo de sufrir un ACV aumenta cuatro veces en caso de padecer esta patología.

-Coma sano. Reduzca el consumo de azúcar, sal, grasas saturadas y harinas. Incremente en cambio la ingesta de frutas, verduras y pescados.

-Regule su peso. En Colombia, donde una de cada dos personas, y en especial las mujeres, tiene exceso de peso, ésta es la gran preocupación de la comunidad médica, ya que los depósitos de grasas en las arterias constituyen la lesión precursora de la ateroesclerosis y conllevan al taponamiento de los vasos sanguíneos. Según el registro Grace, estudio que se realiza en 14 países, se ha encontrado que la mitad de los menores de 15 años presenta acumulación de grasas en las arterias. Por eso, urge controlar el crecimiento desde la niñez y en la edad adulta estar atento al perímetro abdominal, cuyo aumento es directamente proporcional al riesgo de padecer un ACV.

-Haga ejercicio. El 60% de los problemas del corazón tiene origen en el sedentarismo. Así lo señala un estudio de la OMS, de ahí que la sugerencia de los especialistas sea realizar 30 minutos diarios de actividad física.

-No fume. El cigarrillo, portador de unos cuatro mil componentes nocivos para la salud como amoníaco, arsénico y cianuro de hidrógeno, aumenta el nivel de monóxido de carbono en la sangre, reduciendo la llegada de oxígeno al cerebro y otros órganos vitales.

-Aléjese de las drogas y el licor. Según la Organización Mundial de la Salud, el consumo de sustancias psicoactivas aumenta cuatro veces el riesgo de infarto del miocardio, debido a que genera procesos inflamatorios en las paredes de las arterias coronarias, predisponiendo a su obstrucción. El licor no es menos nocivo; su consumo, así como el de bebidas energizantes afecta el ritmo cardíaco predisponiendo a un ACV.

Tipos de ACV

El accidente cerebrovascular que afecta la circulación hacia el cerebro puede ser de dos tipos:

Trombosis o isquemia: se presenta cuando se forma un coágulo que obstruye una arteria, impidiendo el normal flujo de sangre hacia el cerebro, y por tanto, la llegada de oxígeno y nutrientes indispensables para su normal funcionamiento. Es el más común de los ACV, pues corresponde a un 80% de los casos.

Derrame o hemorragia: se diagnostica cuando hay una hemorragia producto del rompimiento de un vaso sanguíneo en el cerebro. Está asociado a hipertensión.

Señales de alarma

La atención oportuna es fundamental en el pronóstico de un paciente con trombosis o derrame cerebral. De hecho, existe un medicamento que si se suministra a tiempo es capaz de disolver el coágulo que obstruye el paso de sangre hacia el cerebro. Por eso, los especialistas advierten sobre la importancia de acudir lo antes posible al servicio de urgencias, pues si se acude dentro de la primera hora de inicio de los síntomas se puede evitar que el daño cerebral sea mayor.

Por lo tanto, permanezca atento a si usted o alguna persona cercana experimenta repentinamente alguno de los siguientes síntomas neurológicos:

*Dificultad para ver.

*Adormecimiento o debilidad en la cara, el brazo o la pierna, por lo general en un solo lado del cuerpo.

*Problemas para hablar o entender.

*Dificultad para caminar, mareo, pérdida del equilibrio o de la coordinación motora.

*Dolor de cabeza severo y súbito.

Mayor información en el teléfono: 1-800-352-9424 o en la página web:

www.ninds.nih.gov