Rom Houben, el belga que permaneció en un supuesto estado de coma, sufría un raro síndrome

Con la ayuda de una asistente, Rom Houben (46 años) ha vuelto a comunicarse con el mundo exterior, tras 23 años de un supuesto coma.

El coma es solo uno de los estados de alteración de la conciencia. Estudio dice que estas equivocaciones son frecuentes.

Rom Houben sufrió una lesión cerebral en 1983, cuando tenía 20 años. Los médicos creyeron, desde un comienzo, que su estado se ajustaba al de un coma: no abría los ojos y no respondía a estímulos de ninguna clase.

Veintitrés años después de haber sufrido el accidente de tránsito que lo dejó en esa condición, este belga de 46 años, que ahora se comunica a través de su dedo índice con el que pulsa letras en un teclado, ayudado por una terapeuta, dice que durante este tiempo pudo oír las conversaciones de su familia y del personal del hospital y sentir el cariño de su mamá. "Gritaba y lloraba, pero nadie podía escucharme", asegura Houben.

Steven Laureys, científico de Bruselas que dirige el Centro de Investigación del Coma en Lieja (Bélgica), y quien empezó a estudiar el caso de Houben hace tres años, explica que después de aplicarle unas pruebas de diagnóstico desarrolladas por ellos, encontraron que éste evidenciaba señales de conciencia y visos de respuesta, difíciles de detectar con exámenes convencionales.

Desde entonces empezó la difícil búsqueda de un sistema de comunicación, que se logró luego de que los investigadores notaron un leve e irregular movimiento en su pie izquierdo, que bastó para codificar respuestas como 'Sí' y 'No'.

Con esfuerzo se comunicaron con él de manera más específica, hasta que logró manifestar que siempre había sido consciente de su situación, y aunque esa afirmación es científicamente difícil de probar, es claro que, por lo menos en la última etapa, Houben no estuvo en coma.

El semanario alemán Der Spiegel publicó esta semana los resultados de un estudio de la Universidad de Tubingen, según los cuales una de cada tres personas que, como Houben, son diagnosticadas con estado de coma, en realidad no lo están.

¿Y qué es el coma?

Erick Sánchez, neurólogo de la Universidad Javeriana de Bogotá, define el coma como "la ausencia total de respuesta; en ese estado una persona es incapaz de percibir o de responder a los estímulos externos o a las necesidades internas".

En otras palabras, se trata de pacientes que tienen los ojos cerrados permanentemente, no pueden ser despertados y mucho menos ser llevados a un estado funcional.

No obstante, el corazón y demás órganos funcionan. De hecho, su respiración es uno de los parámetros que, según Sánchez, más información aporta a los médicos sobre el coma. Es más, la forma como respira la persona permite ubicar el lugar de la lesión e incluso orientar el diagnóstico y el pronóstico.

Aunque es el más profundo, el coma es sólo uno de los estados conocidos de alteración de la conciencia.

Si Houben tenía conciencia, era obvio que no estaba en coma. Qué le pasaba, entonces? La neuropsicóloga Marie-Aurelie Bruno, miembro del equipo de Laureys, supone que Houben tuvo un locked in syndrome o síndrome de enclaustramiento. Es una condición neurológica severa, causada por un daño grave en el tronco cerebral; éste puede ser de origen traumático o vascular y compromete todas las vías que van desde la corteza hasta la médula espinal.

Produce una cuadriplejia, además de una parálisis de los nervios craneales bajos (encargados del movimiento facial, el oído y la lengua, entre otros), con una incapacidad para los movimientos de los ojos y articular palabras.

Aun así, la corteza cerebral en estas personas se mantiene sana, lo que les permite ser conscientes de lo que sucede a su alrededor, pero con una incapacidad total para comunicarse. Este síndrome puede ser completo o incompleto, y en tal sentido hay que diferenciarlo de otras cosas como el mutismo akinético o los estados de mínima conciencia.

La posibilidad de recuperación de estas personas es poca; de hecho, muchos de ellos -como sucedió con Houben- pueden permanecer en este estado por años. La mayoría, sin embargo, suele morir por complicaciones respiratorias.

¿Por qué se llega a este estado?

Son muchas y variadas las causas por las cuales una persona puede sufrir daños extensos en el cerebro, que desembocan en estados de coma.

Entre ellas están los traumas, las enfermedades cerebrovasculares (derrames o trombosis cerebrales), los aneurismas que se expanden en la región posterior del cerebro, la falta de oxígeno en el cerebro, el daño por tensión alta, los tumores cerebrales, la sobredosis de derivados del opio o de alcohol, la epilepsia o las convulsiones, las migrañas y la privación de sueño.
También se cuentan las causas psiquiátricas (como los síndromes de conversión, la depresión y las manías), la diabetes descompensada, las alteraciones hepáticas y la esclerosis múltiple.

Las otras alteraciones de la consciencia

Además del coma, existen otros estados que afectan la conciencia:

Somnolencia: la persona tiende a permanecer dormida, pero puede ser despertada con estímulos y llegar fácilmente al estado de alerta.

Estupor: es la ausencia de respuesta de la cual la persona puede ser sacada por medio de estímulos fuertes y repetidos. Cuando estos cesan, la persona vuelve al estado inicial. La respuesta a las órdenes verbales es lenta, inadecuada y a veces no existe.

Estado vegetativo persistente: antes era llamado 'coma vigil'; las personas tienen los ojos abiertos, pero no responden a estímulos. También carecen de conductas espontáneas.

Estado vegetativo: los afectados retornan a la vigilia, pero carecen de funciones cognitivas; abren los ojos ante estímulos externos, respiran por sí solos, sus pupilas funcionan y degluten.

Estado de mínima consciencia: estas personas no siempre muestran evidencia de consciencia y no cumplen los criterios de coma ni de estado vegetativo.

Mutismo akinético: los afectados están inmóviles y eventualmente pueden abrir los ojos, pero son incapaces de comunicarse y mantienen ciclos de alerta, dando la sensación de estar despiertos.

CARLOS F. FERNÁNDEZ*
ASESOR MÉDICO DE EL TIEMPO

* Médico fisiatra, neurofisiólogo clínico