Leonardo Villar, director de Fedesarrollo,
dice que liquidación de algunas EPS debe hacerse sin traumatismos. El país urge
reformas tributaria y pensional,
señala.
Uno de los principales retos que deberá enfrentar el presidente Santos, en
la segunda etapa de su Gobierno, será el de buscar soluciones a la crisis
financiera del sistema de salud.
Esos ajustes serán costosos, ya que deberán liquidarse o fusionarse gran
parte de las Empresas Promotoras de Salud, EPS, y de paso habrá que inyectarle
millonarios recursos a la red hospitalaria para atender sus deudas en los
próximos 24 meses.
Este panorama, según el director de Fedesarrollo y
ex codirector del Banco de la República, Leonardo Villar, es complejo, pero
tiene soluciones. La entidad adelantó recientemente un estudio sobre el sector.
Allí hay una paradoja muy grande. Existen una serie de elementos que han
generado una crisis, ya que, por ejemplo, se presenta un problema muy serio en
cuanto a los repagos en el régimen contributivo a
partir de lo que se llama no POS, es decir, aquellos procedimientos que no
hacen parte del Plan Obligatorio de Salud. Eso ha generado una iliquidez que
afecta tanto a las IPS como a las EPS.
Cabe recordar, que el sistema de salud que se armó en Colombia ha tenido
unos beneficios enormes. Hoy, cerca del 96% de la población está asegurada en
los regímenes contributivo y subsidiado, y eso mejoró su acceso a la atención
en salud.
Hace 20 años cuando una persona se enfermaba debía acudir a un hospital
público donde lo más usual era que no había ni siquiera gasa. Y en esos sitios
se armaban largas colas de enfermos y heridos y ni siquiera había camillas.
Eso se ha minimizado, pero hay muchos problemas de supervisión y una
disparidad muy grande sobre los servicios que prestan unas y otras entidades,
lo mismo que la existencia de algunas EPS que no cumplen los mínimos requisitos
financieros para operar. En ese sentido sería deseable pasar esas entidades a
la supervisión de la Superfinanciera, tal como lo ha
planteado el Gobierno.
Todas esas son reformas urgentes e importantes, pero que no deben hacer
perder de vista que el sistema general de salud ha sido benéfico.
Esa debe ser una de las actuaciones urgentes e importantes por parte de las
autoridades. Hay un exceso de EPS y muchas de ellas prestan muy malos servicios
por un lado y por otra parte, no tienen la solidez financiera y administrativa
para mantenerse como aseguradoras.
Creo que deben establecerse unos parámetros mínimos para funcionar y
pasarlas a vigilancia de la Superfinanciera. Y allí,
seguramente muchas de esas EPS deberán fusionarse con otras, desaparecer, o
liquidarse.
Eso va a requerir un apoyo muy grande por parte del Ministerio de Hacienda y
una colaboración con el Ministerio de Salud para que las cosas se hagan sin
traumatismos.
La liquidación de una EPS no puede hacerse para que se vean perjudicados los
usuarios. Durante ese proceso debe haber una administración temporal por parte
de alguna entidad pública, o unos estímulos para que otras EPS privadas
absorban a las que se están liquidando.
Ese será un proceso tremendamente demandante y complejo, además de costoso.
Hay estimativos que sugieren que los recursos que deberá aportar el Gobierno
para ese proceso de transición están entre $3 billones y $8 billones. Estamos
hablando de montos muy grandes y de cosas que requieren de un manejo financiero
muy delicado y mucho estudio.
En el proceso de liquidación o de fusión de unas EPS con otras, las IPS como
los hospitales no pueden terminar pagando los platos. Pero hay que mirar muy
bien dentro de ese proceso que los hospitales tienen que competir en términos
de servicios y tarifas entre ellos.
Eso significa que no todos los hospitales vayan a sobrevivir a cualquier
costo, pues algunos no son viables financieramente y tienen que desaparecer,
mientras hay otros que operan bien. Es una competencia sana que debe
mantenerse, pero el proceso requiere que haya un financiamiento adecuado y que
los problemas que han surgido por el atraso en los pagos del Fosyga, se superen.
El cambio de ministros es un cambio de caras, pero no de políticas. Tanto
Juan Carlos Echeverry como Mauricio Cárdenas son
economistas con posiciones muy parecidas y ortodoxas. Por eso no me imagino que
con Mauricio Cárdenas vaya a haber un cambio de estrategias muy importante.
Creo que el manejo que él le debe dar a la economía dependerá de como
evolucione la situación internacional y hasta qué punto nos lleguen los riesgos
y el estallido de una crisis europea, lo que haría más difícil ese manejo.
Por eso a largo plazo Colombia requiere de las reformas
tributaria y pensional, paradójicamente con
urgencia. El hecho de que sea para el largo plazo no le quita la urgencia al
tema.
La reforma tributaria tendría una connotación de darle más capacidad al
Estado para hacer una política redistributiva en la
estructura de ingresos.
Le daría, asimismo, la fortaleza para resistir cualquier eventualidad de una
crisis en el futuro. Por eso retomar la idea de una reforma tributaria sería
muy importante entre las tareas del ministro Cárdenas. Esas reformas hay que
hacerlas —aunque hay momentos políticos buenos y buenos— pero si el Gobierno se
queda esperando a que lo forcen las circunstancias,
puede terminar haciéndolas en el peor momento.
Lo peor sería una reforma tributaria cuando venga una destorcida de los
ingresos petroleros, y ello podría agravar los impactos negativos sobre la
economía. Este momento, en que la economía está mejor y los ingresos de otras
fuentes aún están altos, es el propicio para adelantar esas reformas.
Estamos protegidos porque históricamente Colombia ha tenido un excelente
manejo económico. Pero no estamos tan protegidos como Perú o Chile. Esos países
han tenido unas políticas mucho más activas de ahorrar en las épocas de auge de
los precios de sus productos de exportación. Por eso, han tenido superávit
fiscales, que infortunadamente Colombia no ha podido lograr todavía.
Leonardo Villar, director de Fedesarrollo, dice que liquidación de algunas EPS debe
hacerse sin traumatismos. El país urge reformas tributaria
y pensional, señala.