¿Entre
los consumidores de fármacos, antibióticos, antidepresivos, anticonceptivos y psicoactivos, habrá quien sepa que estos no los absorbe
plenamente el organismo y generan sustancias que se expulsan mediante la orina
y llegan a los ríos y, en consecuencia, a las llaves de las cocinas, puesto que
las plantas de tratamiento convencionales no las pueden filtrar?
Esas
sustancias, conocidas como contaminantes emergentes, podrían estar alterando la
fauna de esos caudales. Incluso, se han llegado a asociar con posibles
enfermedades humanas. (Lea acá: La resistencia a los
antibióticos)
El
impacto de esas sustancias en las corrientes hídricas es lo que, ahora,
preocupa en la Unión Europea y en puntos específicos como Francia, expresa
Bruno Nguyen, director de operaciones y jefe del Departamento Internacional de Eaux de Paris (Aguas de París).
Él
afirma que algunos estudios han advertido, por ejemplo, la ‘feminización’ de
algunos peces, tras detectarse alta presencia de estrógenos (hormona femenina)
en las aguas.
Nguyen
estuvo recientemente en Bogotá, en el foro ‘Gestión pública del agua’, organizado
por la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB) y habló con EL
TIEMPO sobre este fenómeno y la costosa agua de la capital francesa.
¿Qué tan contaminadas están las aguas
para consumo en París?
Las
aguas superficiales, como las de los ríos Sena y Marna,
atraviesan por zonas urbanizadas antes de llegar a París. Naturalmente hay
muchas fuentes de contaminación en todo el recorrido de esos ríos. Se captan
también aguas subterráneas que se contaminan de manera diferente, con
pesticidas y abonos usados en la agricultura. Se están haciendo cambios para
que eso no pase, pero es un proceso demorado, porque para que dejen de
utilizarse los pesticidas y esto tenga impacto en las capas del nivel freático
pueden pasar 7 años. De todas maneras, el agua se trata y lo más importante es
proteger el recurso.
¿Qué controles ejercen para evitar
esa contaminación?
Hay
un principio y es el de que quien contamina paga. Además, todo terreno que esté
cerca a los puntos de captación de aguas subterráneas se declaran
de utilidad pública y se prohíbe el desarrollo de actividades contaminantes en
estas zonas. Aunque ahora han aparecido nuevos factores contaminantes para
nuestras aguas.
¿Cuáles son esos nuevos
contaminantes?
Es
un fenómeno que ocurre desde hace algunos años y está preocupando en la Unión
Europea: son los contaminantes emergentes. Son los residuos de fármacos,
antidepresivos, drogas de abuso que se arrojan por la orina y, como son
difíciles de tratar, van a terminar a las aguas de los ríos. Los franceses, por
ejemplo, están consumiendo cada vez más medicamentos antidepresivos, fuertes.
Resulta que una vez los procesa el organismo, los rastros de esos medicamentos
salen por los baños y pasan a las estaciones de depuración de agua. Ahí no hay
un nivel óptimo de filtración y las moléculas de esos medicamentos no alcanzan
a ser atrapados en las estaciones de tratamiento y llegan a los ríos. Si se
capta esa agua, se corre el riesgo que aparezca en la llave.
¿Ese es el mayor problema que están
teniendo ahora con aguas como las del Sena?
Es
una de las preocupaciones, porque aún se desconocen las consecuencias de esas
sustancias no atrapadas en las plantas de tratamiento. Un caso son las píldoras
anticonceptivas, porque son las que pueden hacer pasar estrógenos al agua. En
este momento, el problema no es demasiado fuerte, pero puede crecer, cuando se
habla del tratamiento y calidad del agua para consumo. Es algo que a nivel
europeo, los ministerios de Salud deben estudiar, para ver qué tanto se está
contaminando el agua, sobre todo, a raíz del uso de medicamentos tan fuertes,
porque eso conduciría a crear nuevas normas.
¿Ese fenómeno qué tan reciente o
extendido está?
No
es algo tan reciente. Solo que hasta ahora está siendo objeto de análisis
porque se tienen infraestructuras más sofisticadas para su detección, ya que
las plantas de tratamientos convencionales no alcanzan a retener esos residuos.
Si no se filtran residuos como los de
los antibióticos y anticonceptivos, ¿qué consecuencias tiene?
Esos
efectos son lo que los países están buscando establecer, por lo que aún no se
sabe a ciencia cierta los daños que puedan estar ocasionando a la salud. Hay
algunos estudios realizados que han comenzado a mostrar que residuos de los
anticonceptivos como los estrógenos (hormona sexual femenina) al caer a los
ríos podrían estar causando la feminización de los peces. También hay
investigadores que han empezado a hablar de que por algunos fármacos se podría
estar causando el cáncer de próstata. Pero, repito, todo está investigándose.
Pasando a otro tema, ¿cuánto cuesta
tratar un metro cúbico de agua en París y cuánto le vale al usuario ese metro?.
Hay
varios elementos incluidos en ese costo. Uno, es cuánto vale producir un metro
cúbico, que cuesta de 3 a 5 centavos de euro por metro cúbico. Pero hay que
tener en cuenta los costos de los productos químicos que se emplean, la energía
usada para bombear el agua, la distribución al usuario final y el personal de
la operación. Todo esto lleva a que el precio sea de 1 euro (
alrededor de 2.409 pesos) )por metro cúbico. Y el usuario paga por un
metro cúbico de agua 3 euros (cerca de 7.227 pesos) De esos 3 euros, 1 es ese
costo de producción del metro cúbico de agua, otro euro es el costo del
alcantarillado y otro euro es el impuesto.
¿Y los franceses despilfarran o
ahorran agua?
Ahora
gastan menos agua que antes. Una de las razones es por el costo del agua. Eso
está cambiando costumbres. Hoy los franceses prefieren cocinar menos en las
casas y salir más a los restaurantes.
El agua de Bogotá se puede tomar de
la llave sin problema. ¿Ya la probó?
Si.
¿Le gustó?
No
es tan mineralizada como el agua de París.
LUCEVÍN
GÓMEZ E.
REDACTORA DE EL TIEMPO
LUCGOM@ELTIEMPO.COM