De sus consultorios salieron ayer los médicos y enfermeras de hospitales y
centros de salud de Buenaventura para marchar por el centro de la ciudad
reclamando tolerancia y respeto a su vida y trabajo.
Con camisetas blancas y pancartas, cerca de un centenar de trabajadores de
la salud alzaron su voz de protesta. La situación se originó por las amenazas
de muerte contra cuatro médicos de urgencias del Hospital Departamental de
Buenaventura, el pasado 21 de julio.
Jorge Torres, de
“Hay que entender que hay dificultades, que a veces hay problemas, pero
estamos prestando el servicio y queremos hacerlo de la mejor manera”, señaló
Torres. Según se indicó, llegan personas heridas de bala o con armas de fuego,
quienes junto con sus allegados se tornan intolerantes.
“No entienden que hay limitaciones y deben saber que los atendemos como
parte de nuestra misión médica e interés por el paciente, pero no somos Dios y
hay personas que llegan en situación muy crítica. Entendemos el dolor del
familiar pero deben ser más tolerantes”, manifestó Torres.
Un antecedente de este caso se relaciona con el asesinato a bala, el 9 de
septiembre del año pasado, del médico Carlos Ruiz Silva.
La situación llevó a los cuatro médicos amenazados el pasado 21 de julio a
renunciar a sus cargos