El país está preocupado por la oposición que se le ha hecho al proyecto de
Reforma de la Ley 30 de la Educación Superior por los estamentos
universitarios, tanto directivos y muy especialmente los estudiantes, que ha
dejado enseñanzas importantes.
Tal vez una de las más importantes ha sido que los estudiantes se han
manifestado sin violencia. No ha habido lanzamientos de papas explosivas, no
causaron destrozos ni dejaron leyendas en las paredes, ni afectaron los
establecimientos de comercio.
Con esto han demostrado un grado importante de comportamiento y por ello,
hasta cierto punto, han llevado al presidente Juan Manuel Santos a aceptar una
de sus principales solicitudes: quitar el que hubiera universidades con ánimo
de lucro. Se demostró que en esta forma se podría conseguir algo importante y
sin molestias del orden público.
Esta reforma muestra que una Ley es importante de analizar y si es necesariose puede modificar. La Ley 30 es de 1992 y
necesita perfeccionamiento. A quienes hemos estado en alguna directiva
universitaria ha sido de gran importancia para el
desarrollo de la educación superior colombiana. Posiblemente si la reforma
planteada es aceptada, también se le pueden hacer modificaciones para mejorarla
y si se pone en vigencia, la experiencia mostraría algunos puntos que se deben
modificar. La experiencia es una buena prueba que tiene cualquier proyecto que
se presente.
Un punto que se ataca es el que es violatoria de la autonomía universitaria.
Pero es importante mostrar que tanto en la Ley 30 como este proyecto uno de los
puntos claros es el planteamiento de esta autonomía la Ley 30 dice en su artículo
3 que: “El Estado de conformidad con la Constitución Nacional y con la presente
Ley, garantiza la autonomía universitaria y vela por la calidad del servicio
educativo, a través del ejercicio de la suprema inspección y vigilancia de la
Educación Superior”. Y el proyecto de reforma lo repite al decir: “La presente
Ley vela por la calidad y continuidad del servicio educativo, fomenta el acceso
y la graduación de los estudiantes y garantiza la autonomía de las
instituciones de Educación Superior”. Este proyecto de modificación sin decir
que es la ‘suprema inspección y vigilancia’, sí da detalles sobre lo que haría
el Ministerio de Educación al respecto.
Por otra parte, el proyecto tiene un capítulo especial sobre la financiación
de este nivel educativo reforzando y transformando tanto el Fodesep,
Fondo de Desarrollo de la Educación Superior, y el Fondo de Garantías, FNG y
del Findeter, de Desarrollo Territorial, y refuerza
notablemente la acción del Icetex para la ayuda
estudiantil tanto en pregrado como posgrado. Plantea reforzar la financiación del Ministerio
de Educación, con el fin de que se den mayores recursos financieros a las
instituciones universitarias.