Recursos para la emergencia
No es sólo con voluntad y con ganas como los organismos de socorro del Valle
y los comités locales de prevención y atención de desastres, Clopad, pueden enfrentar las emergencias que se deriven de
esta nueva ola invernal. Necesitan que se les entreguen los recursos para
cumplir con su labor, como lo demandan los estragos que ya causan las intensas
lluvias que desde hace tres semanas vive el Departamento.
La protesta realizada ayer por los miembros de la Defensa Civil en
Cali es el llamado desesperado que hace una entidad que le presta a la región
un servicio invaluable en los momentos de urgencia. Van corridos cuatro meses
del año y no se le han girado los $200 millones que requiere, como mínimo, para
su funcionamiento. Según sus directivos no tienen para la gasolina, y menos
para pensar en hacerles mantenimiento a los equipos o en proveer de mejores
herramientas a los voluntarios para que puedan cumplir con su labor. Los
recursos, o parte de ellos, pueden llegar en las próximas semanas según la Administración Municipal.
La pregunta es si alcanzarán a desembolsarse para hacerle frente a este
invierno, que ya ha mostrado su intensidad.
El de la Defensa
Civil es sólo un ejemplo de la difícil situación financiera
que viven los organismos de socorro en el Valle para cumplir con su deber. En
una película que se repite con cada temporada invernal, ni los Clopad, ni los bomberos voluntarios de la mayoría de
municipios tienen cómo responder ante la urgencia. En un recorrido realizado
hace poco, El País comprobó que las entidades encargadas de atender las
emergencias en localidades como La
Victoria, La
Unión, Roldanillo, Obando y Yotoco, carecen de
equipos y recursos suficientes. Y las probabilidades de una calamidad están a
punto de aparecer con el próximo aguacero.
Mientras tanto, las administraciones municipales parecen sólo espectadoras
de la situación. Como si de ellas no fuera la tarea de hacer lo necesario para
atender a sus comunidades amenazadas. El Gobierno Nacional ha tomado medidas
para enfrentar el posible desastre, y aunque la Corte tumbó la segunda
declaratoria de Emergencia, el Estado conserva las herramientas que creó en
diciembre pasado. Entendiendo que se debe actuar con prudencia es importante
que se tomen acciones para contrarrestar la amenaza que está viviendo el país.
En el Valle hay 18 municipios que no se han recuperado de los daños causados
por las lluvias del año pasado, sufren otra vez por las inundaciones y los
deslizamientos de tierra. Ellos necesitan fortalecer a sus organismos de
socorro. Por eso es necesario atender a los que, como la Defensa Civil,
reclaman el cumplimiento en la entrega de recursos y de un presupuesto que les
permita hacerle frente a cualquier emergencia que se presente en el
Departamento. La voluntad y las ganas no son suficientes cuando se trata de
velar por la integridad de la población.