El movimiento mundial que se opone a las vacunas ha logrado sembrar la duda
en muchos padres, que ya no saben si son ciertas las versiones de que estas
podrían tener efectos negativos en los niños. En entrevista con ABC del Bebé , el doctor Alfonso Vargas del Valle, considerado como
uno de los principales conocedores de la endocrinología pediátrica, defiende
que esta es la década de las vacunas y asegura que la polémica por este tema ya
es un problema de salud pública muy grave, porque estos grupos contra las
inmunizaciones se convierten en un “reservorio de enfermedades”.
En este momento hay un gran debate mundial porque hay quienes no creen en
las bondades de las vacunas...
Sí, hay gente que no cree mucho en esto, sobre todo en las inmunizaciones
nuevas. Hay temor de que algo puede resultar mal con las vacunas, pero hay que
aclarar que, cuando están disponibles, es porque han sido probadas; claro que a veces hay sorpresas.
¿Cómo han evolucionado las vacunas?
Hace 50 años vacunábamos prácticamente contra cinco enfermedades: tos
ferina, tétano, polio, tuberculosis, difteria y viruela. Hoy día el esquema es
contra 16 enfermedades. Algunas vacunas son tomadas, pero la mayoría,
inyectadas; se trata de ponerlas juntas para no tener que hacer tantas
inyecciones.
¿Cuáles son las razones para aplicarlas?
Hay tres principios de base: las vacunas son absolutamente buenas para la
comunidad, van a disminuir la tasa de infecciones y el gasto comunitario
individualmente no tiene precio, y al niño se le evita una enfermedad que le va
a producir retardos o secuelas. Uno que otro niño tiene reacción, una
fiebrecita, un brotecito, no es más.
¿Por qué esas reacciones?
Hay enfermedades y reacciones inapropiadas a la vacuna, o alergias a la
proteína del huevo, pues algunas vacunas se preparan en embriones de huevo y
entonces puede hacer un reacción alérgica, no necesariamente a la vacuna. Hay
vacunas que se han preparado de forma alterna para evitarlo. Uno no puede decir
qué es lo que uno hace con sus familias, pero hacerlo ayuda a las mamás, y en
mi familia todos estamos vacunados. Mi padre, siendo pediatra, nos llevó a las
primeras vacunas de polio, qu