Los puntos claves del debate de
la reforma a la educación
Para
aumentar cobertura de la educación superior al 50%, el Gobierno le apuesta al
capital privado.
1.
Universidades públicas y Gobierno, en tira y afloje por los recursos
El
proyecto de ley mantiene el esquema de entrega de recursos del Estado ajustado
cada año con el índice de precios al consumidor (IPC), pero con adición
especial.
En el 2012 se otorgaría un 1 por ciento más; un 2 por ciento,
en el 2013, y un 3 por ciento entre el 2014 y el 2019.
En los próximos tres años serían más de 400 mil millones de pesos
adicionales, que para las 32 universidades públicas son poco. De hecho,
dicen tener un déficit de 700 mil millones de pesos.
El Sistema de Universidades Estatales (SUE) ha planteado un IPC académico, que
les permita hacer algo más que sostenerse. La de Cundinamarca
recibe de
Si se quiere educación de calidad, afirma el presidente de Ascun,
José Fernando Isaza, se necesita un esfuerzo estatal fuerte: "¿Por qué
no asegurar el mismo presupuesto que se le dio a la guerra?"
Danilo Vivas, rector de
Las
cuentas del Gobierno indican que habría bastante más que los 2,4 billones
adicionales que calcula para el sector, en los próximos tres años, por cuenta
de sus propio esfuerzo y el de los inversionistas
privados.
A la bolsa entrarían 2,9 billones de pesos si se aprueba la destinación del 10
por ciento de las regalías para ciencia y tecnología. Muchos de esos recursos irían
para las universidades.
Además, de acuerdo al crecimiento de la economía, daría entre un 30 y 50 por
ciento de ese incremento al sector. "Eso sí, entregados en función del
desempeño", dice el viceministro Javier Botero, quien también cree que las
universidades pueden hacer un mayor esfuerzo por asociarse con el sector
privado.
2.
¿Universidades con ánimo de lucro, pero poca calidad?
La
reforma crearía la figura de las instituciones de educación superior con ánimo
de lucro, para traer capital, inclusive extranjero, al sector.
Las privadas de hoy son sin ánimo de lucro: no pagan impuesto a la renta, pero
deben reinvertir lo que ganen. Eso en el papel, porque se sospecha que mucha de
esa plata se va a bolsillos particulares. Estas instituciones podrían pasar
a ser con ánimo de lucro y José Fernando Isaza, vocero del gremio
universitario, dice que ello puede desatar la venta de universidades.
La
gran crítica a la propuesta se centra en que "negocio no es sinónimo de
calidad", como dice el padre Joaquín Sánchez, rector de
¿Puede
llevar esto a la privatización del sistema, como dicen los estudiantes que
rechazan la reforma? Pocos creen eso, pero, dice Isaza, la reforma "sí
plantea una disminución del papel del Estado en la universidad". El
viceministro Javier Botero cree que el equilibrio universidad pública-privada
se mantendrá e, incluso, con algo de ventaja para la primera, pero por cuenta
del Sena.
3.
La acreditación, el gran filtro de la calidad
Un
gran objetivo de la reforma es la calidad como condición para avanzar en
competitividad. En el Índice de Competitividad del Institute
for Management Development (IMD), de Suiza, Colombia quedó de 41 entre 55
países, hace dos años. De las 80 universidades, solo 21 tienen acreditación.
La
ley las obligaría a todas a tenerla, lo que implica hacer investigación y tener
doctorados. Si no lo logran en cinco años, bajarían de categoría. Las
universidades plantean, de nuevo, que la solución no son las normas sino los
recursos.
Las
públicas, en específico, se quejan de que la ley no les daría fondos para la
acreditación, y todas señalan que cumplir con el requisito del doctorado exige
por lo menos 12 años.
Según
el rector Danilo Vivas, cabeza del Sistema de
Universidades Estatales, más de la mitad de ellas no estaría en condiciones de
alcanzarlo.
El
viceministro Javier Botero, en cambio, no ve nada malo en aplicar ese filtro
para reservar el título de universidad, que tiene requisitos muy altos, a las
instituciones que realmente lo ameriten.
4.
Entre la transparencia y la autonomía
El
Gobierno también plantea establecer prácticas de buen gobierno y un nuevo
régimen de inspección y vigilancia. Cree importante combinar
la autonomía institucional con la responsabilidad de rendir cuentas ante la
sociedad y el Estado. Si la institución tiene toda la información sobre el
alumno, este y sus padres tienen derecho a saber todo sobre la universidad,
dice el viceministro Botero, quien recuerda que el sector mueve unos 10
billones de pesos.
El
afán de transparencia surge de casos como el de entidades educativas privadas
sin ánimo de lucro que disfrazan sus ganancias de gasto para no reinvertirlas o
el de miembros de consejos de universidades públicas que a la vez tienen
contratos con ellas. "Los regímenes de inhabilidades e
incompatibilidades no están tan claros", dice Botero.
A
las universidades, en general, les parece bien el llamado a la transparencia,
pero no pocos consideran que lo propuesto en el proyecto es un "código de
policía de última instancia" y "una celada a la autonomía".
Otros
aspectos importantes
Más
crédito
Por
cuenta de la nueva ley, habría 774 mil millones de pesos más para créditos y
subsidios para los más necesitados. Habría tasas de interés real de cero pesos.
Paga
si tiene trabajo
Quienes
reciban crédito del Icetex para estudiar empezarán a
pagar cuando hayan conseguido trabajo y hayan superado un umbral de ingreso.
Alianzas
con empresas
La
reforma plantea un marco jurídico para que las empresas privadas se asocien con
universidades públicas para desarrollar parques tecnológicos, por ejemplo.
Promoción
regional
Uno
criterio para distribuir los recursos adicionales entre las instituciones
públicas será este. Se crearán los comités departamentales de educación
superior.