La sensación de inseguridad que sufren los vecinos de los lujosos barrios de
Buenos Aires y sus alrededores se ha traducido en un lucrativo negocio para los
psicólogos, cuyos consultorios se han llenado de pacientes con cuadros de
estrés y pánico.
Situados en las afueras de la ciudad, los denominados ‘countries’ se han
convertido en el área residencial favorita de la clase alta argentina que
busca, además de la exclusividad, la seguridad que se presume existe en barrios
cerrados y con vigilancia.
Los frecuentes asaltos que se registran en estas zonas y el miedo a
convertirse en blanco de los ladrones han motivado el aumento en un 40 por
ciento de las consultas con psicólogos, afirma Gabriela Martínez, vecina del
sector y directora del Centro de Estudios Especializados en Trastorno de
Ansiedad.