Si duda, ponga su pulso a prueba

Como sé que empieza a preocuparse con el tema del temblor, y a lo mejor se está mirando las manos en este momento para ver si se mueven sin su permiso, haciéndolo sentir como un salador de carne, permítame tranquilizarlo. Sepa, para empezar, que todos nos movemos un poquito y que la mayoría de las veces un temblor no es sinónimo de enfermedad.

Claro, usted también quiere saber si tiembla de verdad. Entonces quédese quieto y siga leyendo...

Observe. El temblor puede advertirse a simple vista, cuando es evidente; otras veces hay que efectuar algunas pruebas para producirlo o intensificarlo.

Ensaye lo siguiente con ambas manos.

Hoja de papel. Extienda los brazos hacia adelante y haga que queden a 90 grados con respecto al cuerpo. Separe los dedos y mírelos, primero con las palmas hacia arriba y luego con ellas hacia arriba. Si tiemblan mucho a simple vista vale la pena consultar. Si no aparece temblor, ponga una hoja de papel sobre el dorso de la mano y verá los movimientos rítmicos de ascenso y descenso del papel. Si se le cae, busque una cita.

Sentadito. Apoye las manos con las palmas hacia arriba sobre los muslos, relájese y mire sus dedos. Si tiemblan mucho después de repetir la prueba varios días, anímese a ir al médico.

Vasito de agua. Llévese a la boca un vaso de agua; si en el trayecto desde la mesa el líquido se mueve mucho, consulte.

Directo a la nariz. Tóquese la punta de la nariz con el extremo de índice; si el dedo se mueve en zigzag antes de llegar al objetivo, insisto: vaya al médico.

Escriba. Si al escribir su nombre nota que algunas letras quedan irregulares o hace manchones en el papel, de manera repetida, busque la asesoría de un médico.

La mente ayuda. Si súbitamente presenta un temblor que, así como aparece puede desaparecer o que se aumenta con el estrés y que se va cuando usted está distraído, lo más seguro es que tenga un temblor de origen psicogénico, que también requiere valoración.

Por último. Si en su familia hay personas que tiemblan o que tienen enfermedades como el Parkinson diagnosticadas, lo mejor es que se someta a un chequeo pronto, aun cuando usted no presente temblores u otros síntomas.