Politiquería tiene grave la salud de Cali

Redacción de El País

En las cinco Empresas Sociales del Estado, ESES, que existen en Cali y que le administran la salud a los más necesitados de la ciudad parecen primar más los intereses políticos que los médicos.
errado. Así permanece el centro de salud del barrio Los Álamos, al norte de la ciudad, ante la falta de recursos para garantizar su funcionamiento. Otros tres puestos de salud corrieron la misma suerte. Las disputas políticas que hay en el Gobierno por el manejo de la ESE Norte también parecen afectar la prestación del servicio público de salud en esta zona.
Fotos José Luis Guzmán / El País

Detrás de las Empresas Sociales del Estado, ESES que manejan cerca de $100.000 millones de la salud de Cali, hay una dura puja política. Un pulso de poderes detrás del cual estarían varios dirigentes políticos, incluso el gobernador del Valle, Juan Carlos Abadía y el alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, todos los cuales buscarían sacar provecho, no sólo de la atractiva torta económica de esas empresas, sino de los réditos políticos que la administración de las mismas proporcionan

Con las ESES, el Gobierno entregó todo un botín que incluye sus bases de datos, el Sisbén, la compra y entrega de medicamentos, los contratos de salud y suministros, entre otras cosas.

En la pelea por su manejo habría, también, una disputa por la asignación de recursos, porque mientras a algunas ESES se les entrega un presupuesto importante (como las redes de salud de la Ladera y la del Oriente o Aguablanca que obtienen $60.000 millones, más del 60% de todo el presupuesto), a otras se les recortan esos recursos como ocurre con las ESES del Norte y el Centro que, sumadas, no alcanzan la mitad de los recursos que manejan las dos anteriores (apenas $27.000 millones).

Esa desproporción de recursos hace que mientras la ESE Oriente aumenta su cobertura y construye nuevos centros de salud como el de Potrerogrande, la ESE Norte cierre puestos de salud como Álamos, Sena-Salomia y Chiminangos.

El gerente de esta última entidad, Albert Giraldo reconoció que la causa de ese cierre es “la alta disminución de recursos en la contratación que hacen las ESES con el Municipio, porque nos disminuyeron $900 millones en el 2008 y $700 millones en el 2009”. Los responsables de la distribución presupuestal son la Alcaldía y la Secretaría de Salud que contratan los servicios médico asistenciales con las ESES.

En fuentes del Concejo, donde esta semana se hizo un debate a las ESES, trascendió que el problema de fondo es político y tiene que ver con la disputa que mantienen el gobernador Abadía y el alcalde Ospina. (Ver artículo en sección Entorno).

Una fuente que pidió reserva señaló que “todo empezó después de que el alcalde Ospina nombró al médico Alejandro Varela como Secretario de Salud. Varela era el gerente del Hospital Isaías Duarte Cancino (que es una ESE departamental), y cuando salió de allí, el Gobernador no le respetó la cuota a Ospina en el hospital y nombró a Melba Velásquez, cuota del senador Juan Carlos Martínez”.

“Entonces, el Alcalde pensó: si me quitó el Isaías Duarte yo le quito la ESE de Ladera y no le doy recursos a la ESE Centro y Norte para ‘quemarlos’ y nombrar amigos míos allí; esa es la estrategia”, precisó la fuente.

De hecho, en marzo del 2008 el gerente de la ESE de Ladera, Guillermo Garzón Fagua, renunció al cargo, luego de que su Junta Directiva lo calificara por debajo de 3 (de 1 a 5) aduciendo que su gestión estaba por debajo de las metas propuestas en el plan de gestión y desarrollo de la entidad, algo similar a lo que ocurrió con José William Garzón en la dirección de la CVC.

Guillermo Garzón había sido nombrado por el ex alcalde Apolinar Salcedo en el 2006, pero se dice que estaba políticamente cerca del senador Martínez. Curiosamente, uno de los actuales concejales que el político auspició en la pasada campaña tuvo su mayor votación en la zona de ladera, con la que salió elegido para el cabildo en el 2007.

Tras la salida de Garzón Fagua, hace un año, quedó encargado de la gerencia de la ESE de Ladera Álex Durán, quien fue funcionario de Jorge Iván Ospina en el Hospital Universitario del Valle.

Entre tanto, en la dirección de este hospital, el gobernador Abadía nombró a María Lucero Urriago, quien era la segunda en la dirección de la ESE Norte, una empresa que señalan de estar cercana al gobernador.

“La verdad es que conozco al gobernador Abadía desde que él fue concejal, tengo la relación con él como con todos los concejales y el gabinete, pero me he formado en el sector privado”, explicó su gerente Albert Giraldo.

En las cuentas políticas y burocráticas, dicen que al llegar al HUV, Urriago sacó a unos 200 funcionarios que eran amigos del alcalde Ospina, lo cual habría provocado, a su vez, la retaliación del mandatario caleño con la ESE Norte. El presupuesto para esta entidad se redujo en $1.600 millones en los últimos dos años y tres de sus puestos de salud fueron cerrados.

Frente a esta situación, el gobernador Abadía realizó hace unos días un consejo comunitario en el Polideportivo del barrio Floralia, donde anunció que le saldría al paso al cierre de esas casas de salud y aportaría recursos para que se reabran. Sin embargo, expertos en salud sostienen que eso es poco probable porque el Departamento sólo puede destinar recursos para los niveles 2 y 3 de salud, no para el nivel 1.

El alcalde Ospina explicó en su momento que “de los puntos de salud que se cerraron, hay unos que se encuentran a escasas cuadras de otra institución, así como hay otros que tenían una proporción mayoritaria de habitantes que podían ir a un centro de atención privada”. Esa puja política sigue casada.

Más política

Pero los tentáculos de los políticos en el manejo de los recursos de la salud son largos. Por ejemplo, la gerente de la ESE Suroriente, Miyerladi Torres Ágredo es prima hermana de la senadora Dilian Francisca Toro Torres y su esposo, Luis Fernando Rendón, era asesor del secretario de Salud Alejandro Varela y hoy es gerente de la clínica Rafael Uribe Uribe.

En ese sentido, el tratamiento dado a la entidad por parte de la Secretaría ha sido mejor. Su presupuesto subió en 10,6% de un año a otro, según reporte de la Contraloría.

La ESE Centro es manejada por Jorge Octavio Aristizábal, amigo del ex alcalde Apolinar Salcedo. pero sobre todo muy cercano al controvertido asesor de esa alcaldía, Elías García. Aunque hay quienes señalan que el recorte de unos $3.000 millones al presupuesto de esa red de salud tendría que ver con rencillas políticas similares a las de la ESE Norte, Aristizábal dice que “no me atrevería a hacer esa aseveración” y asegura que la suya es sólo “una gestión técnica”.

Pero uno de los casos más controvertidos es el de la ESE Oriente, la red de salud más solvente de la ciudad, porque maneja una población superior a 500.000 habitantes en el Distrito de Aguablanca y un presupuesto cercano a los $31.000 millones.

Su gerente Javier Arévalo es muy cercano al alcalde Jorge Iván Ospina, toda vez que fue director del Hospital Carlos Holmes Trujillo cuando éste era Secretario de Salud de Cali. La mayor contratación de alguna ESE con el Municipio se hace con esta red del oriente, que efectivamente tiene una mayor cantidad de población por atender.

Sin embargo, funcionarios de la red aseguran que así como Arévalo es amigo del Gobierno, también lo es del ex diputado Juan Carlos Salazar, quien está en campaña para la Cámara de Representantes. “Aquí no se contrata un médico o un empleado si no hay una carta suya de recomendación y el 80% de los puestos son por contrato”, dijeron funcionarios de la ESE.

Pero Arévalo tiene gran aceptación en vastos sectores de la comunidad. Al parecer su gestión va más allá de la administración en salud de la ESE, porque, según algunos pobladores, los apoya con materiales de construcción cuando necesitan, les da empleo y hasta estudio a algunos familiares de las ligas de usuarios que fiscalizan sus servicios y ofrece otros beneficios.

Arévalo niega esa politiquería y responde que “yo mando en la ESE, si hubiera politiquería no hubiera tenido un desarrollo grande en la utilización óptima de los recursos. La red la hemos hecho casi nueva, la dotamos de recursos nuevos, hemos vinculado recursos humanos. Si hubiéramos hecho politiquería y malos manejos no diéramos los resultados que estamos dando ahora”, asegura.

Desgreño

Lo cierto es que en el debate de esta semana en el Cabildo y en los informes de Contraloría y la Secretaría de Salud Municipal, quedó claro que hay desorganización y desgreño en las ESES de Cali.

El concejal Rodrigo Guerrero dijo que eso es lo que queda evidenciado luego de conocer los informes y pronunciamientos de la comunidad. En consecuencia, “hay que atacar la culebra en la cabeza y la cabeza es la desorganización administrativa de las ESES”, expresó.

“Frente al desgreño y toda la cantidad de dineros que se han perdido, mientras no tomemos este correctivo, seguiremos alimentando todas las pilatunas que se han hecho. Entonces es mejor darle $5.000 millones a la seguridad de Cali para combatir la violencia, que es el verdadero problema de salud pública que tenemos, y no quitarle esa plata para dársela a las ESES, porque en ocho días no hay nada y es abrir un hueco para tapar otro”.

El secretario de Salud, Alejandro Varela, indicó que “los señalamientos del doctor Guerrero se relacionan con nuestros hallazgos, hemos encontrado un manejo fiscal irregular de algunas de las empresas en las que tienen prácticas como por ejemplo la provisión del 100% de la cartera de más de 180 días, lo cual uno sabe que tiene por objeto voltear los estados financieros. Algunos de ellos están depreciando edificaciones a cinco años, lo cual uno sabe que a todas luces no es así. Hemos estado tomando decisiones en este sentido, y las juntas directivas las van a seguir abordando”.

Entre tanto, el concejal Jaime Gasca cree que sí hay politiquería con la salud en Cali. “Yo creo que no debemos direccionar los dineros de la salud, pero la Secretaría de Salud Pública Municipal le está dando más plata a unas ESES que a otras”.

“En la ESE de La ladera el director es muy amigo del Secretario de Salud y, en ese sentido, tenemos que mirar cómo podemos generar buenos recursos para todas la ESES para que todas tengan estabilidad y equilibrio económico y puedan llevarles el servicio de salud a sus clientes y pacientes”.

Entre tanto, la campaña por la escogencia de los nuevos gerentes de las ESES en noviembre de este año, parece estar en marcha. Y muchos buscan la reelección porque allí hay un verdadero poder económico y político para explotar.

Cosas por mejorar

Hay que generar una política de compras en conjunto de insumos y elementos para las ESES.

Se deben generar procesos de cumplimiento de las acciones de promoción y prevención de la salud que muchas veces no realizan esas redes públicas de salud.

Es necesario generar una preocupación genuina por la atención de las personas, dado que muchas veces no son atendidas o no se atienden bien.

Es urgente trabajar en sistemas de información para que la identificación de los usuarios sea mucho más ágil y efectiva.

Debe haber más protagonismo de la Secretaría de Salud en las políticas públicas de salud de las ESES.