La mayoría de los menores que
hacen parte del sistema de responsabilidad penal, atendidos en los centros
juveniles de Valle del Lili y Buen Pastor, son
drogadictos.
Así se ha podido determinar
durante las mesas de trabajo que adelantan la tarea que dejó en Cali la
Procuradora Delegada para la Infancia, Ilva Miryam Hoyos, en busca de atención integral para estos
jóvenes.
Fernando Gutiérrez,
secretario de Salud del Valle, dijo que se avanza en el proyecto de salud
pública y salud mental, pues es uno de los temas que más preocupa.
Los jóvenes serán incorporará
como sujetos de atención tanto en materia de prevención, como de promoción.
En el análisis se pudo
establecer que el 80 por ciento cuenta con afiliación al sistema de salud a
través del régimen contributivo y de seguridad social.
“Muy pocos no cuentan con
seguro. Por esa razón, le pediremos a la Procuraduría que las Eps garanticen los servicios de salud mental para estos
muchachos”, dijo.
El proyecto, que se trabaja
con el Hospital Psiquiátrico, busca delimitar los servicios de salud mental que
requieren. El trabajo apenas arranca y haría parte del programa que se
desarrolla con pacientes inimputables (con problemas legales).
“Muchos presentan patologías
siquiátricas que ameritan manejo médico, sicológico o trabajo social. El
reporte del Icbf y de los operadores de los centros
de reeducación señala que un grupo grande tiene problemas por consumo de
sustancias y otro tiene diagnóstico inicial como siquiátricos”,
dijo Iván Osorio, coordinador de Promoción y Prevención del Hospital
Psiquiátrico.
En Cali hay 710 muchachos en
el sistema de responsabilidad penal. Todos serán valorados para establecer su
salud mental.
De otra parte, el Instituto
Colombiano de Bienestar Familiar, en el Valle, advirtió que hay 41 adolescentes
a la espera de un cupo.
REDACCIÓN CALI