El pene ya no es lo que era

 

Estudio afirma que el tama–o del miembro viril se redujo 8 mil’metros.

Pocas cosas en la vida generan tanta curiosidad o son tratadas con tanto pudor como lo que respecta al pene. Este es, de hecho, uno de esos —rganos que rara vez se nombran sin sonrojos, y m‡s aœn cuando se habla de su tama–o.

La m‡s reciente investigaci—n sobre las dimensiones del miembro viril no solo ha aportado mayores conocimientos sobre este y sobre el comportamiento sexual masculino, sino que ha arrojado resultados que caen en el terreno de lo curioso.

La investigaci—n, de la Universidad de Padua (Italia), afirma que el pene ha perdido por lo menos 8 mil’metros en promedio en los œltimos 65 a–os. Este estudio fue encargado por la industria textil y publicado el pasado marzo para establecer si, ante el aumento de la estatura promedio de la poblaci—n, tambiŽn ha habido cambios antropomŽtricos que exijan ajustar sus tallas. Una de las variables analizadas entre los 2.019 hombres j—venes que formaron parte de la muestra fue la de la longitud del pene.

Los investigadores encontraron que desde 1947 ha habido aumentos proporcionales en brazos, piernas y tronco, pero que, en contraste, el tama–o del pene se redujo. Este ser’a el precio que pagan los hombres por adaptarse a la vida moderna. Y no es para menos: los altos niveles de estrŽs, sumados a la reducci—n de la microcirculaci—n causada por el cigarrillo; a las alteraciones estructurales en el manejo del azœcar propias de los obesos, y al impacto negativo del alcohol sobre los delicados y vitales nervios que determinan el funcionamiento a este nivel, podr’an ser los responsables de que, generaci—n tras generaci—n, esta importante regi—n masculina vaya perdiendo tama–o.

No todo, claro, cae dentro del rigor acadŽmico. Segœn un informe de la Asociaci—n MŽdica Canadiense, existen dos clases de pene: los que se expanden con la erecci—n y los que parecen grandes todo el tiempo y que apenas si crecen con ella. Estos œltimos, que caen bajo la denominaci—n de "exhibicionistas", pertenecen al 21 por ciento de los hombres; el 79 por ciento restante, los llamados "crecientes", son la innegable mayor’a.

Algunos consejos pr‡cticos para cuidarlo

1. No fume

Segœn un estudio de la Universidad de Kentucky, los fumadores calificaron la calidad de su vida sexual con 5 en promedio, y los no fumadores, con un 9. "Fumar puede causar da–os al tejido peneano", dice el informe.

2. Duerma bien

Irvin Goldstein, ur—logo del centro mŽdico de la Universidad de Boston, dice que los hombres tienen erecciones de entre 3 a 5 horas cada noche. Concluye, entonces, que dormir bien ayuda a tener erecciones m‡s firmes.

3. Baje de peso

Un alto porcentaje de los hombres con diabetes (un mal que tiene en el sobrepeso y la obesidad dos de sus principales factores de riesgo) sufren disfunci—n erŽctil. Esta enfermedad afecta al pene de dos maneras: acelera la degeneraci—n arterial y hace m‡s lenta la transmisi—n de los est’mulos en los nervios que recorren el cuerpo. Eso le resta sensibilidad a este —rgano. Mejor baje de peso.

4. A caminar se dijo

Investigadores sostienen que los hombres que caminan todos los d’as unos 3 kil—metros tienen menos problemas de erecci—n que los sedentarios; tambiŽn se vale trotar veinte minutos.

Piense en la circuncisi—n

Un estudio del Hospital Pedi‡trico de Montreal del pasado julio sugiere que los ni–os circuncidados est‡n m‡s protegidos contra infecciones; y otro de la U. de Illinois se–ala que la retirada del prepucio sobrante reduce el riesgo de transmisi—n del VIH en hombres adultos.

Testosterona
A la medida de los dedos

Un estudio del Hospital Gachon Gil, de Corea, encontr— una relaci—n significativa entre la longitud de los dedos y la dimensi—n del miembro viril. Tras estudiar a 144 hombres sometidos a cirug’a urol—gica, se encontr— que, si ten’an el dedo ’ndice m‡s corto que el anular, el tama–o del pene tend’a a ser m‡s grande. Esto se relaciona, al parecer, con el efecto de la testosterona (hormona masculina) en la etapa prenatal, que no solo incide en la estructura del esqueleto masculino; tambiŽn es responsable del tama–o del pene.

CARLOS FRANCISCO FERNçNDEZ
Asesor mŽdico de EL TIEMPO

 

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