Panorama laboral para recién egresados sigue siendo crítico en el país

Ultima medición reporta que el salario de los primíparos en el mercado laboral sigue siendo 3% más bajo que el del 2006.

Contratos por prestación de servicios para novatos crecieron del 16% al 19% en un año.

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Para quienes se acaban de graduar de un programa de educación superior, el mundo laboral que les espera es cada vez mas difícil: ganarán en promedio 3 por ciento menos que sus predecesores en el 2006 y tendrán más probabilidades de engancharse a través de contratos de prestación de servicios o a término indefinido.

Ese es el panorama que presentó ayer el Ministerio de Educación al anunciar los resultados de la última medición del Observatorio Laboral para la Educación, que cada año les hace seguimiento a quienes se gradúan de cualquier programa de pregrado o posgrado, y compara su situación con la de quienes egresaron a partir del 2001.

El Observatorio encontró que el impacto de la crisis económica empieza a revertirse, pues, mientras el año antepasado el sueldo promedio de los profesionales primíparos cayó 9,5 por ciento, en la última medición subió cerca del 2 por ciento.

Sin embargo, el salario de quienes acaban de salir al mercado laboral sigue siendo 3 por ciento más bajo que en el 2006.
Además, para quienes acaban de salir de una carrera universitaria tradicional (de cuatro o cinco años), los sueldos siguen a la baja un 1,5 por ciento. Igual ocurre con quienes terminaron especializaciones y maestrías, con caídas cercanas al 1 por ciento.

'No se quieren comprometer'

Eso se suma a que los contratos de prestación de servicios para los novatos pasaron del 16 al 19 por ciento en un año, al tiempo que disminuyeron los de término indefinido del 53 al 52,7 por ciento. "Es una reacción normal de una economía que está saliendo de la crisis. Los contratos a término fijo son una señal de una economía que se ajusta rápidamente", dice la ministra de Educación, Cecilia María Vélez.

En contraste, Ricardo Bonilla, experto del Centro de Investigaciones para el Desarrollo de la Universidad Nacional, opina que "para los nuevos egresados, el panorama es lamentable, porque se demuestra que el sistema de contrataciones por prestación de servicios también se está trasladando a los profesionales. Hay una tendencia del mercado a no comprometerse laboralmente".

Frente a la formalidad del empleo, que el Observatorio calcula según el porcentaje de personas que cotizan a seguridad social, los egresados más jóvenes, es decir, los de carreras técnicas, tecnológicas y universitarias, vuelven a tener una ligera desventaja: estos cotizan el 71 por ciento, frente al 72 por ciento de quienes tienen sus mismos títulos y salieron en años anteriores.

Sin embargo, Stefano Farné, director del Observatorio del Mercado de Trabajo y Seguridad Social de la Universidad Externado, cree que las diferencias entre el 2008 y el 2009 no permiten afirmar que la situación de los recién egresados sea diferente a la de años anteriores.

Los resultados del Observatorio muestran que entre los egresados de pregrado alrededor del 12 por ciento está buscando trabajo y el 69 por ciento de ellos está trabajando. Y, de nuevo los egresados de carreras universitarias marcaron la diferencia, pues mientras el año pasado trabajaba el 78,5 por ciento de los recién graduados, este año el promedio cayó 4 puntos porcentuales.

La Ministra afirma que una de las posibles explicaciones para esa situación es que menos estudiantes en prácticas están quedándose en las empresas a las que llegaron.

No obstante, la situación es diferente de una carrera a otra. Los mejores sueldos están en las áreas de ingeniería industrial, medicina, ingeniería civil, bibliotecología, geología e ingeniería biomédica.

Los salarios más bajos se encuentran en carreras de las ciencias sociales, como educación, geografía o historia, pero también en otras como psicología, contaduría y física.

Los jóvenes egresados llevan 'el bulto' en lo salarial

La mala noticia para los recién graduados en bellas artes, ciencias sociales y ciencias básicas (las áreas que más egresaron entre el 2006 y el 2009, con el 51,4 por ciento, el 51 y el 47 por ciento, respectivamente) es que empezarán a ganar menos dinero que otros profesionales. Mientras un médico se estrena con 2,2 millones de pesos y un ingeniero industrial con 1,6 millones, un educador gana 935 mil pesos, un geógrafo o historiador recibe 1 millón de pesos y un físico empieza ganando 1'039.000.

"Necesitamos una reflexión seria del sector educativo sobre lo que está pasando con sus egresados e intuir lo que va a pasar en el futuro", comenta al respecto la Ministra de Educación.
Camilo Gamboa, de 25 años, productor de medios audiovisuales, comenta cómo ha sido su experiencia:

"Cuando salí de la universidad, me di cuenta que la oferta laboral en realidad es muy escasa. Duré año y medio buscando trabajo, pero no conseguí. Después, empecé a hacer licitaciones con el Estado y hasta el momento sólo me he ganado una".

Ellas se ganan más espacio

Las mujeres recién graduadas ganaban en el 2006, con la misma experiencia laboral, unos 300 mil pesos menos que los hombres.
El Observatorio encontró que, aunque la diferencia sigue siendo alta, el mercado empieza a nivelarse, y la diferencia hoy es de 220 mil pesos. En general, las mujeres siguen un 12,6% por debajo de los hombres, pero la brecha se ha reducido unos 4 puntos en cuatro años. Para expertas como Ximena Peña, investigadora de la U. de los Andes, el machismo laboral se da en áreas como energía, minería y extracción de materias primas, en los que los salarios son más altos.

Catalina Gómez, de 28 años, es coordinadora del plan maestro de equipamientos deportivos y recreativos del Instituto Distrital de Recreación y Deporte, dice que "la mujer está agarrando mucha fuerza en el ámbito laboral y sus decisiones están teniendo importancia".

Las ventajas de los supergraduados

En Colombia, entre el 2001 y el 2009, sólo se habían graduado 150 doctores, mucho menos de lo que el Gobierno considera aceptable.

Esto los convierte en un grupo muy apetecido en áreas que requieren generación de conocimientos de alto nivel.

Por eso, su situación laboral es mejor: el 95,1% tiene afiliación a seguridad social y gana en promedio 5,3 millones de pesos.

Pero no solo hay que cursar un doctorado para ganar más dinero.
Una especialización puede hoy significar un aumento de sueldo de un millón de pesos en promedio para quienes tienen un título universitario.

Cursar una maestría aumenta el salario otros 600 mil pesos.
Byron Pérez, de 33 años, tiene pregrado y doctorado en ingeniería química y es profesor e investigador titular vinculado a la Universidad Jorge Tadeo Lozano, de Bogotá. Su vida laboral mejoró desde cuando hizo una maestría. "La diferencia básica es que cuando uno tiene un título de pregrado hay más oferta de trabajo, pero a la vez se genera más competencia. Todo lo contrario pasa cuando uno tiene un posgrado, ya que las posibilidades laborales son mucho menores, pero uno puede ser el adecuado para hacer valer su conocimiento. Hoy por hoy gano cuatro veces más de lo que gana un recién graduado".

REDACCIÓN VIDA DE HOY