El ambiente generado por la emergencia social para la salud, cuya
declaratoria se daría mañana, podría propiciar un pacto en el sector para que
el reajuste a la prima que reciben las Empresas Promotoras de Salud (EPS) del
régimen contributivo por cada uno de sus afiliados se transfiera a las tarifas
por servicios que contratan con hospitales y clínicas y éstos, a su vez, lo
trasladen a sus 550.000 empleados.
En síntesis, esa es la propuesta del director de la Asociación Colombiana de
Hospitales y Clínicas, Juan Carlos Giraldo, al ministro de la Protección, Diego
Palacio, que ya conoce el presidente Uribe.
¿Por qué esa propuesta ahora? Porque si la situación de otros años se
repite, con todas estas dificultades económicas que tenemos vamos a tener como
única salida el empleo. Proponemos un pacto social que evite la destrucción de
empleos en el sector, mantenga los equilibrios financieros del sistema y que no
demanda ni un solo centavo más de gasto en el sistema de salud, pues es con los
mismos recursos que van a circular.
¿Los del pacto serían EPS, IPS y trabajadores del sector? Sí. Nos
comprometemos a un aumento simétrico para los trabajadores; cobijaría a todo el
staff de hospitales y clínicas y saldría del ajuste que nos hacen las EPS, que
debe ser simétrico con el de la UPC.
¿Ese es un pacto obligatorio o apenas de buena voluntad? En un ambiente
diferente al de emergencia social podría ser solo de buena voluntad, pero
buscamos que sea obligatorio. Se podría dar dentro de la emergencia para
optimizar el uso y flujo de los recursos del sistema, que se extienda a toda la
cadena de prestación de servicios.
¿Han hablado con los trabajadores de esto? Ellos estuvieron de acuerdo en
una presentación que hice en el Congreso, pero necesitamos que el Gobierno
apadrine este pacto social y que lo tome como una bandera