Osteoporosis: una quiebra
silenciosa
Abril 26 de 2009
El deterioro del sistema óseo es una amenaza que puede terminar en la tumba.
Dice la Biblia que
polvo eres y en polvo te convertirás, pero hay formas de prevenir y aplazar la
pulverización de los huesos y poner a raya la silenciosa pero en ocasiones
dramática osteoporosis. Que literalmente significa hueso poroso, y técnicamente
es una pérdida de la estructura del hueso con un incremento de riesgo de hacer
fractura, y que afecta cada año a millones de personas en todo el mundo.
En
Colombia, según estimativos parciales, el 10 por ciento de la población adulta,
cerca de dos millones de personas, es susceptible de padecer la enfermedad, lo
que significa, de acuerdo con el reumatólogo Germán González, del Centro Médico
Imbanaco, que la osteoporosis ya es una epidemia que
está incapacitando y llevando a la tumba a un número elevado, aunque todavía no
cuantificado, de mujeres mayores de 50 años y hombres de 65 en adelante.
Como
no suele haber síntomas dolorosos de esta enfermedad progresiva, la alarma
irrumpe con la primera fractura, razón por la cual lo más aconsejable, dice
González, es que la mujer menopáusica y el hombre
mayor de 60 años, acudan al especialista para que a tiempo se diagnostique la
disminución de la masa ósea y la pérdida de calcio, mineral con más presencia
en el organismo y protector de los huesos.
Para
el endocrino del Centro Médico Imbanaco, Edgar Nssin, una clara manifestación clínica de la osteoporosis
está relacionada con el deterioro del esqueleto mismo, pues la pérdida de
estatura es una muestra del aplastamiento de las vértebras de la columna. Hecho
que en sí mismo implica una debilidad del sistema óseo.
Tres,
entonces, son las rupturas más frecuentes y letales por cuenta del
reblandecimiento de los huesos y ellas son: la de cadera, la de muñeca y la de
columna vertebral, pues en este caso las vértebras se vuelven esponjosas con
los años y se van contrayendo poco a poco, facilitando una fractura.
Sin
embargo, el panorama no es totalmente oscuro. Informes de la International Osteoporosis Foundation,
IOF, sostienen que el esqueleto necesita una provisión permanente de energía y
nutrientes, porque el hueso es un tejido vivo en constante renovación.
Por
eso es saludable mantener, asegura la nutricionista Clara Mosquera, una dieta
rica en proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas y minerales. Y por nada del
mundo, agrega, dejar de caminar por lo menos una hora todos los días, para
reforzar la resistencia ósea y mantener activo el esqueleto.
Si
algún consuelo cabe, dice Nssin, es que mientras más
blancos sean los pacientes, como los europeos del norte, por ejemplo, más
posibilidades tienen de sufrir de osteoporosis, mientras que pueblos como el
colombiano, mestizo, cuenta con un organismo mejor preparado para los inevitable achaques de las edades maduras.
La
única alternativa para prevenir la quiebra de huesos, que es posible controlar
y mejorar, consiste en una nutritiva alimentación y notable ejercicio desde la
infancia. Porque para los especialistas, la salud del cuerpo del adulto es el
reflejo de la salud alimenticia durante la niñez.
No
hay que olvidar que la osteoporosis tiene preferencia por las mujeres más que
los hombres, lo que significa que desde los 40 las féminas deben incrementar el
consumo de lácteos.
Y
mucho cuidado con automedicarse y acudir a dietas extremas pues la restricción
de comida afecta la consistencia ósea.
A
propósito
La alimentación durante la osteoporosis
Una
buena alimentación puede ayudar a prevenir la enfermedad o retrasar su
aparición. A continuación algunos de los factores que
pueden empeorar la situación:
El
alcohol descalcifica los huesos.
El
tabaco contribuye a perder calcio.
La
cafeína hace perder el calcio al expulsarlo por la orina.
Nada
de comidas enlatadas.
Las
verduras que absorben el calcio tales como la espina y la remolacha deben
comerse solas sin mezclar ningún alimento que contenga calcio.